Según datos de Global Forest Watch, Jauja, en el valle peruano del Mantaro, ha perdido un 2,9% de su área de bosque primario y un 3,8% de su cobertura arbórea entre los años 2001 y 2021. El motivo principal de esta pérdida de riqueza son los incendios, tal y como explica esta organización sin ánimo de lucro.
Por estos motivos, Statkraft considera que jauja ya no es sinónimo de prosperidad y abundancia, sino un ejemplo de pérdida de recursos y biodiversidad por efecto de la acción del hombre y del cambio climático.
Ante esta situación y con motivo de la celebración mundial del Día del Medio Ambiente el próximo 5 de junio, la compañía recoge firmas a través de su web para solicitar a la RAE una revisión del significado del término jauja, ya que al hacer referencia a un lugar afectado por el agotamiento de recursos naturales a día de hoy, no debería relacionarse con abundancia y prosperidad.
Una de las personas que ya está actuando para intentar revertir esta pérdida de biodiversidad es Pedro Vega, empleado de Statkraft en Perú. Natural de Jauja, Vega, actualmente jefe de Operaciones en la compañía, lleva más de 15 años contribuyendo a la reforestación de su valle de forma altruista. Testigo de la pérdida de superficie arbórea, planta cada año al menos 2.000 ejemplares de pinos, quinuales, eucaliptos y alisos. Desde que comenzó con esta iniciativa en el año 2008 ha plantado ya, con la ayuda de su padre, 10.000 árboles en cinco zonas del valle del Mantaro.
Statkraft, con esta campaña, pretende poner el foco no sólo en el tremendo impacto que tiene el cambio climático en nuestros entornos naturales y en la biodiversidad, sino en la necesidad de un cambio de modelo que se caracterice por el despliegue de las energías renovables y la descarbonización, con el objetivo último de aplacar la emergencia climática.