Así se ha pronunciado durante el acto de presentación junto a la responsable de servicios internacionales de AVE Renfe en Francia, Lozano, que ha explicado el proceso para operar en este país. En concreto, la conexión Barcelona-Lyon tendrá paradas en Girona, Figueres (Girona), Perpignan, Narbona, Béziers, Montpellier, Nimes y Valence.
La ruta Madrid-Marsella, por su parte, pasará por Zaragoza, Tarragona, Barcelona, Girona, Figueres (Girona), Perpignan, Narbona, Béziers, Montpellier, Nimes, Avignon y Aix-en-Provence.
Blanco ha dicho que Renfe tiene «vocación de permanencia en Francia» y que el objetivo es ser un operador de referencia internacional, tanto a nivel europeo como mundial.Ha añadido que el siguiente objetivo de Renfe es la conexión de Barcelona y Marsella con París, que está prevista para verano de 2024, coincidiendo con los Juegos Olímpicos.
Lozano ha explicado que Renfe operará en Francia con «un producto de alta velocidad, con todos los atributos que tiene» y con la voluntad de competir con la francesa SNCF. La compañía prevé ofrecer 9.700 plazas semanales a partir del 1 de octubre, y ha preparado una oferta de lanzamiento con precios de 9 a 29 euros por viaje.
Para el presidente de la empresa, es «un momento muy importante» para Renfe por la liberalización del mercado ferroviario de alta velocidad iniciada en 2020. En declaraciones a los medios tras el acto, Blanco ha añadido que hasta ahora no ha habido problema con el proceso de certificación para estas dos rutas y que es «razonable» pensar que se pueden conseguir los permisos en el plazo de un año. Ha definido el proceso como «complejo» y, preguntado por si España es un país más abierto que Francia, ha respondido que «la competencia es buena», aunque ha lamentado que en el reto de países no se aplique el mismo baremo de apertura.