A través de esta alianza, Repsol y Toyota España ofrecerán a sus clientes una solución integral para la movilidad basada en hidrógeno renovable, que incluye vehículos Toyota con pila de combustible impulsados por hidrógeno renovable disponibles en el mercado español desde el año 2015 y actualizados en su última versión comercializada desde el año 2021. Estos vehículos podrán utilizar alguna de las soluciones de repostaje de hidrógeno en las que está trabajando Repsol, a medida para las necesidades de cada cliente.
Toyota y Repsol comparten la visión de que el despliegue de la movilidad basada en hidrógeno se impulsará, en una primera fase, a través de flotas profesionales, e irá desarrollándose a medida que madure el mercado. Para promover este despliegue, los futuros clientes que estén interesados en descarbonizar sus flotas de vehículos mediante los modelos de pila de combustible de Toyota, podrán repostar el hidrógeno renovable en la red de puntos de suministro que Repsol planea instalar en los principales corredores de movilidad y logísticos de la Península Ibérica.
Este acuerdo representa un nuevo paso en el camino hacia la descarbonización, en línea con la madurez de las tecnologías basadas en el hidrógeno.
Repsol se ha marcado el ambicioso objetivo de convertirse en una compañía cero emisiones netas en 2050. Para ello, se encuentra inmersa en un proceso de transformación que, basado en la neutralidad tecnológica, se apalanca en el crecimiento del negocio de energía renovable, la economía circular, la eficiencia energética, el hidrógeno renovable y las tecnologías de captura, uso y almacenamiento de CO2 (CCUS por sus siglas en inglés), como ejes principales. Para descarbonizar la movilidad, Repsol apuesta por un modelo energético que combine todas las soluciones disponibles, complementarias entre sí, que permitan una descarbonización rápida y eficiente en costes, como la electrificación, los combustibles renovables y sintéticos y el hidrógeno renovable.
Repsol cuenta con una sólida estrategia de hidrógeno renovable con el objetivo de liderar la industria en la Península Ibérica y tener un papel protagonista en Europa. Para ello, prevé alcanzar 552 MW de capacidad instalada en 2025 y 1,9 GW en 2030, con inversiones estimadas de 2.549 millones de euros. La compañía multienergética tiene entre sus grandes proyectos electrolizadores de 100 MW, que se situarán en los complejos industriales de Petronor y Cartagena ‒que han recibido la denominación de proyectos de interés común europeo (IPCEI) por parte de la Comisión Europea y recibirán financiación‒, y de 150 MW, en Tarragona.
Repsol desarrolla también proyectos de menor escala, como el electrolizador de 30 MW de Puertollano, que ayudará a mitigar 41.000 toneladas de CO2 al año, o el electrolizador de 30 MW que instalará ‒junto a Naturgy y Reganosa‒ en una zona de Transición Justa, en el municipio de Cerceda (A Coruña), y que se destinará a uso industrial para sustituir el hidrógeno convencional que actualmente utiliza el complejo de Repsol en A Coruña, así como para impulsar la movilidad. Ambos proyectos han sido seleccionados por el IDAE, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, como adjudicatarios de financiación.