El mercado español ha experimentado una tendencia alcista desde 2018 en la superficie destinada a la producción de plantas aromáticas, con 18.000 hectáreas cultivadas. El último año se exportaron cerca de 7.000 toneladas de aceites esenciales de aromáticas a Francia (13%), Italia (12%), Alemania (10%) y Reino Unido (7%). De éstas, el 15% representa los aceites puros (no sintéticos). A su vez, se importaron 7.200 toneladas de países como China (18%), Brasil (17%), Francia (11%), Indonesia (9%) o India (9%).
Tomillo, romero y lavanda son las principales plantas aromáticas que España produce y comercializa con el exterior, aunque existen otras como el hinojo o el ciprés que contribuyen a consolidar su posición en el sector aromático. Monegal, perfumista de cuarta generación de los fundadores de Myrurgia (empresa perfumista), señaló, por su parte, el valor de estas esencias en España: “la identidad mediterránea de estas aromáticas les otorga un elemento diferencial, como perfumista quiero destacar la importancia de esencias que nos conectan con nuestros orígenes y el olor del mar, siempre las tengo muy presente en mis creaciones”.
En el caso del romero y del tomillo, España es líder mundial en la producción. Su producción de gran calidad proviene principalmente de la limpieza de montes y de la recolecta silvestre, más que del cultivado, y emplea a muchos temporeros desde los meses de abril hasta noviembre ya que son las épocas de mayor producción.
España es también el segundo país productor mundial tanto de limón como de su aceite esencial con una producción de hasta 1.400 toneladas. El limón Verna se ha convertido en una variedad emergente con un importante valor en el mercado de la perfumería, generando cerca de 23.000 empleos en el medio rural, según indicaron las mismas fuentes.