El objetivo de este contrato es realizar las gestiones relacionadas con la compra de la energía con certificados de origen 100% renovable para los aeropuertos, así como la gestión de la producción de las plantas fotovoltaicas en régimen de autoconsumo que, gradualmente, vayan incorporándose a la red de aeropuertos.
Los puntos de suministro eléctrico han sido agrupados en siete lotes para su adjudicación en función de su ubicación geográfica. Así, Endesa Energía abastecerá a los centros agrupados en cinco lotes: Madrid, Galicia, País Vasco, Servicios Centrales, Norte, Centro-Sur, Levante, Baleares y Canarias.
Por su parte, Iberdrola Clientes suministrará electricidad a las instalaciones de baja tensión. Sin embargo, se desestima la oferta a precio fijo a cinco años del lote del Aeropuerto Internacional Región de Murcia por no ser competitiva y se volverá a licitar únicamente este aeropuerto.
Por tanto, el valor total del concurso, de 450 millones de euros, disminuye hasta los 336,2 millones de euros tras la desestimación del último lote del Aeropuerto de Murcia. Además, en este contrato se ha establecido un porcentaje del consumo a precio fijo durante cinco años, con el propósito de mitigar el riesgo de volatilidad del mercado.
El porcentaje finalmente seleccionado es de un 36% del total del consumo anual de 2024, que irá incrementándose a medida que entren en servicio las nuevas plantas fotovoltaicas. De esta manera, se estabilizará el gasto energético, que quedará reflejado en la reducción de la factura de la electricidad.
Otro punto que destacar es el fomento de energías renovables, tanto en la compra de energía (mediante garantías de origen 100% renovables) como mediante el incremento del autoabastecimiento energético a través de plantas fotovoltaicas propias, según Aena. Así, estas medidas permitirán a Aena obtener sus propias garantías de origen renovable, acreditadas por la comercializadora y reducir el elevado gasto en electricidad de la compañía, derivado del incremento del precio de la energía eléctrica en los últimos años.
Esta energía eléctrica sostenible no solo es consumida por las actividades propias de las terminales de aeropuertos, sino que también se suministra, a través de la red de distribución propia de Aena, a todas las empresas aeroportuarias que tienen actividad en los aeropuertos.