Son las cifras de la patronal de los fondos, SpainCap, que ve mejoras ostensibles para la segunda parte del año tras haber despejado dudas macroeconómicas y con los ajustes de valoración en camino.
El año 2022, que permitió regresar a niveles ‘pre-Covid’, tuvo dos caras: la de la primera parte del año, donde había viento de cola de los años de frenesí con tipos de interés negativos, y la de la segunda, donde hubo un más que evidente enfriamiento. Este último auguraba, como apunta Alferez, responsable de estudios de la patronal, un ajuste durante el año 2023 que ahora se confirma con los datos hechos públicos este jueves por la patronal y que se basan en las cifras aportadas por los fondos excluyendo deuda e inversiones en infraestructuras e inmobiliario. En total se han registrado 3.005 millones de euros de inversión, lo que supone una caída acumulada del 46% respecto a un primer semestre muy bueno del pasado ejercicio.
«La toma de decisiones ha sido más lenta, porque tienes menos visibilidad», ha explicado Pinya, presidente de SpainCap. La actividad se ha mantenido con caídas, pero lo que ha cambiado ha sido el dinero desembolsado. Ante una situación macroeconómica como la vivida, los fondos se retraen y ponen sobre la mesa menos capital. El número de operaciones ha pasado de 559 a 469, es decir, un descenso del 16% frente al 46% en el capital. Esto se ve mucho mejor en las cifras de las gestoras de capital riesgo internacionales: han pasado de 4.700 a 2.800 millones de inversión -un 51% de descenso- pero mantienen el número de operaciones por encima de la barrera del centenar. Ha habido un mayor interés en «compañías que generen caja, que sepan contrarrestar el enfriamiento de la economía».
El impacto ha sido relevante en el capital riesgo especializado en startups (conocido en el argot como ‘venture capital’). Se ha pasado, según los datos de SpainCap, de los 1.253 millones a apenas 529, con un descenso relevante también en el número de transacciones. La clave ha sido la ausencia de ‘megarrondas’ que se han secado, no sólo en el mercado español sino a nivel internacional. De acuerdo a la patronal, eliminando el efecto de esas ampliaciones de tres cifras millonarias en 2021 y 2022, se situaría en niveles relevantes.
La patronal pide apoyo a las startups y un marco legal y regulatorio «estable» al nuevo gobierno que salga de las urnas tras el 23 de julio
Desde la patronal prevén una segunda mitad del año mejor que la primera. Primero, según apunta Pinya, porque se han ido despejando algunas incertidumbres macroeconómicas: la inflación, las previsiones de crecimiento económico en España y la ralentización en la subida de los tipos. A esto hay que sumar los ajustes de valoración que se están viviendo, tanto en empresas ‘tradicionales’ como en startups. «Está sucediendo ya», apunta.
Pero precisamente esa diferencia de valoraciones ha hecho que el volumen en ventas de compañías se haya reducido de manera relevante pese a que se esperara un mayor ‘boom’ en este ámbito. En concreto se han recortado casi un 60% hasta rondar los 500 millones de euros. «Hay un ajuste de valoración que no se ha producido pero se tendrá que producir; es una situación temporal a la que no le damos más importancia», apostilla Pinya.
La captación de fondos por parte de las gestoras españolas ha tenido vientos de cola relevantes durante estos últimos seis meses. Se ha pasado de 1.100 millones levantados en 2022 a 1.340 millones en 2023. Ha sido clave el respaldo del sector público, con el Fondico o el Fondo Europeo de Inversiones (FEI) y el inminente lanzamiento de dos fondos por parte de Cofides. Aún así, Pinya reconoce que el entorno «no es bueno». Los potenciales inversores de fondos estaban algo «sobreexpuestos» a este sector y por tanto no hay tanta liquidez. «No estamos preocupados a medio y largo plazo porque este negocio es cíclico y va a volver a salir el sol», apostilla. Pese a las dificultades para captar más dinero, las gestoras tienen ‘pólvora seca’ para varios años. En las despensas cuentan con 6.000 millones de euros de dinero no invertido listo para moverlo. Esto supone cerca de tres años de inversión en caso de no levantar nada más.
Ante la cercanía de las elecciones del próximo domingo, la patronal defiende que el nuevo gobierno que salga de las urnas favorezca las startups y un marco legal y regulatorio «estable». «Hay que seguir trabajando en la flexibilización de las comisiones en cascada», apunta Pinya. Insiste en que favorecer que el ahorro en España pueda ser utilizado en este tipo de vehículos es bueno para el sector.