Así lo ha dicho en declaraciones al diario francés Le Figaro, justo después de la última reunión de tipos que ha protagonizado el banco central. Cabe recordar que hace unos días el BCE volvió a elevar el precio del dinero en 25 puntos básicos, hasta el 4,25%, máximos de 2008. Tras el encuentro, la propia Lagarde subrayó que las decisiones que se tomen a partir de ahora dependerán de los datos que se vayan conociendo. Estamos en un entorno de incertidumbre y reevaluaremos la situación y nuestra actuación reunión a reunión», ha insistido la dirigente. Y ha añadido: «Estamos comprometidos a devolver la inflación a nuestro objetivo en el momento oportuno y para ello necesitamos una política suficientemente restrictiva en términos de nivel y duración».
El mercado aún espera una subida más de los tipos de interés por parte del BCE. La mayoría de los expertos se inclinan por septiembre, aunque un importante número de ellos cree que no necesariamente tiene por qué producirse en esa reunión.
Sea como sea, todo dependerá de la inflación. El dato correspondiente a julio se ha conocido este lunes, y ha mostrado que la tasa general se ha frenado al 5,3% mientras que la subyacente se ha quedado en el 5,5%. El IPC se ha publicado junto al PIB, que ha mostrado que la zona euro volvió a crecer en los tres meses hasta junio, concretamente un 0,3%, ya que una economía francesa inesperadamente boyante ha compensado el estancamiento de Alemania.
«Las cifras del PIB del segundo trimestre de Francia, Alemania y España son bastante alentadoras», ha apuntado Lagarde en la mencionada entrevista, remarcando que estos datos «respaldan nuestro escenario de crecimiento del PIB del 0,9% en la zona euro este año».