Rubiales, un hombre de la casa, estaba hasta ahora al frente de Control y Relación con los Supervisores. Para los principales accionistas del banco, la prioridad era encontrar un candidato interno que apostase por una línea continuista con la estrategia de Unicaja antes de su fusión con Liberbank.
Rubiales sustituirá a Manuel Menéndez, que se mantenía en el cargo a la espera de que el que banco encontrase un reemplazo. La entidad anunció el pasado 1 de junio que el banquero asturiano abandonaría Unicaja y durante las últimas semanas el nombre de Rubiales se ha hecho fuerte entre los principales candidatos, entre los que también figuraban el director financiero del banco, Pablo González, y el exconsejero delegado de Bankia Sevilla.
Se da la circunstancia de que el nuevo CEO asumirá todo el poder ejecutivo en Unicaja. En el acuerdo de fusión entre Unicaja y Liberbank cerrado hace dos años, se pactó que el presidente traspasara sus atribuciones ejecutivas al conejero delegado, adoptando un modelo de gobernanza anglosajón que viene recomendado por el propio BCE y poniendo fin a la estructura bicéfala que tantos quebraderos de cabeza ha dado a la entidad, provocando una guerra por ostentar el poder del banco que dividió al consejo en dos bandos y que hizo saltar las alarmas de los supervisores.
Igualmente, para dejar atrás esa guerra de poder, Rubiales se encontrará con un consejo renovado.