Esos datos, analizados por Servimedia, indican que entre el 18 de junio y el pasado 23 de julio se quemaron 14.586,08 hectáreas, cuando la media del último decenio es de 21.058 hectáreas.
Entre esas fechas, el verano con menos superficie arrasada por el fuego de la última década es 2018 (1.858,39 hectáreas), seguido de 2020 (5.107,82) y 2021 (8.145,24). Los peores son 2022 (86.328,79) y 2015 (32.713,14).
Por otro lado, este verano se han detectado 867 siniestros forestales (tanto incendios como conatos), lo que supone 509 menos que el promedio del último decenio y la segunda cifra más baja de la década, solo por detrás de los 716 de 2018. Por el contrario, los años con menos siniestros veraniegos son 2015 (2.091), 2013 (1.761) y 2017 (1.535).
Respecto a los grandes incendios forestales, que arrasan al menos 500 hectáreas, este verano se han declarado dos, cuando la media del último decenio es de cinco. De ese promedio destaca 2022 con 26 grandes fuegos.