Esta centrada en uno de los barrios más antiguos de Pescara, el Borgo marino sud, un barrio de marineros, junto al mar en la desembocadura del río, pero a la vez enseña un pueblo de los Abruzos, del que no se dice el nombre, pero donde han nacido las dos protagonistas de la novela.
La novela es el relato de una voz anónima, y el centro lo ocupa Adriana, su hermana pequeña, que le lleva cinco años. Junto a ellas dos, pululan otros personajes, sobre todo la madre y el padre que viven en el pueblo y que siempre han mantenido una relación de amor-odio-indiferencia, con las dos hermanas, sobre todo la madre. Esta es una mujer, con esos caracteres de pueblo hoscos, difíciles de tratar, con unos sentimientos ambiguos, amargados, sobre todo después de la muerte de uno de sus hijos y sin ninguna empatía con Adriana.
Las dos hermanas han estado siempre muy unidas, pero sus caminos acaban por separarse a causa de sus caracteres diferentes y de su forma de concebir la vida. La mayor, la narradora, estudia y triunfa y acaba dando clases en la universidad de Grenoble. Adriana, la pequeña, no quiere estudiar, busca la aventura, la despreocupación, aunque es trabajadora; acaba con un hijo, Vincenzo, que es el nombre del hermano que murió. Vive con Rafael, un pescador, en el Borgo.
Estando en Grenoble, la mayor recibe una llamada para que acuda con urgencia a Italia y se traslada allí, aunque el lector no se sabe la razón hasta los últimos capítulos. La novela narra la historia anterior desde la infancia a los momentos actuales, dando saltos en el tiempo, consiguiendo un retrato profundo de la familia.
El retrato de cada una de las hermanas -que es en realidad la esencia de la novela- es profundo mostrando las grandes diferencias entre una y otra y la postura ante la vida que representan: para las dos ha sido dura, con desengaños y traiciones, pero a cada una le ha afectado de modo distinto y mientras una no ha perdido ni la alegría ni la fe, la otra vive inmersa en la amargura y en la negación de Dios. Junto a esto, está la vida en la familia, los padres y sobre todo la madre que no han sabido querer a sus hijos, aunque se han sacrificado por ellos: son el ejemplo de una cierta educación popular de épocas pasadas.
La novela está muy bien escrita, sabe jugar con los momentos y los saltos de tiempo para captar la atención e imprimir un buen ritmo al relato; la prosa es fluida, rica, culta y se entiende que muchos pongan a la autora como una de las mejores voces italianas del momento.
Las hermanas del Borgo Sud
Donatella di Pietrantonio
Dumo Nefelibata, Barcelona, (2021)