Según las primeras estimaciones, la paralización parcial de los envíos de gas a Europa y al resto de áreas geográficas supondría la retirada en circulación del 10% del suministro de este combustible. Cabe recordar que Australia es uno de los tres países con mayores exportaciones. Los sindicatos que representan a los trabajadores de las plataformas marinas de ambas empresas exigen mejores salarios y condiciones, y la amenaza de una huelga ha hecho subir los precios mundiales del combustible.
Durante las próximas jornadas, trabajadores y directivos de las compañías van a sentarse en una nueva mesa de negociación para evitar que se cierren las plantas de extracción de gas natural licuado y ponga en jaque la estabilidad que parecía tener el coste de la materia prima tras la negativa de Europa de comprar energía a Rusia.
Con esta nueva crisis, los precios han vuelto a mostrar su sensibilidad. Desde que se tocaran mínimos el pasado 28 de julio de tres meses en el mercado europeo, el gas se ha disparado un 50%. En concreto, a finales del mes pasado, el TTF marcaba un precio de 26 euros el megavatio a la hora. Durante las últimas jornadas, el instrumento negociado en Países Bajos toca los 42 euros MWh.
En España, sin embargo, la situación es diferente. Gracias a la excepción ibérica que aprobó el Gobierno de España y que contó con el beneplácito de Europa, el megavatio a la hora se queda en los 24 euros el MWh. Además, según consta en los registros de Cores, entidad española responsable del mantenimiento de las existencias estratégicas de productos petrolíferos y del control de las existencias de la industria de productos petrolíferos y gas natural, España no tiene relación comercial con Australia en materia gasística.
Este nuevo terremoto energético, sin embargo, ha cogido a Europa con los deberes hechos y las reservas en el Viejo Continente se sitúan por encima del 90%, según los datos de Agsi, plataforma europea que vela por la seguridad energética.
España es el país que mejores cifras tiene de toda la zona y las reservas de nuestro país se encuentran al 100%, por lo que la nueva crisis gasística podría pasar de puntillas en nuestro país.