«Hacer bandera partidista del desafío del cambio climático no me parece correcto; ni creo que, como alguna corriente de la derecha asegura, sólo las medidas técnicas nos permitan responder a ello. Son necesarias políticas y que haya sostenibilidad con rentabilidad», asegura el ministro en funciones.
En términos domésticos, el elevado precio del aceite de oliva virgen extra por el impacto de la sequía en la producción (un -55%) tiene que afrontarse, según el titular de Agricultura, con «realismo pero sin dramatismo», ya que se trata de un cultivo con alternancia en el volumen de las cosechas. «La buena noticia es que hemos conseguido continuar abasteciendo los mercados nacionales e internacionales, y si en las próximas semanas llueve sería una excelente noticia para la siguiente campaña; el aceite de oliva está presente y debe seguir presente en la dieta de las familias españolas», remarca.
En este sentido, Planas insiste en los efectos del cambio climático en los distintos ciclos productivos y en lo importante que es por ello «luchar contra el cambio climático y adaptarnos a él», además de incidir en el «magnífico» instrumento que son los seguros agrarios «para la continuidad y la rentabilidad» de las explotaciones. «A 30 de julio ya superamos las cifras de 2022; la superficie peritada por Agroseguro supone que la octava parte del total ha sufrido las consecuencias de los fenómenos climáticos extremos y recibirá indemnizaciones», detalla sobre un instrumento al que han destinado 358 millones de euros en bonificaciones a las primas de seguro.