La red está presente en todas las provincias españolas y da servicio así al 58% de la población total de nuestro país (27,5 M sobre 47,6 M) en su entorno más próximo. Del total, más de 400 puntos son de carga ultrarrápida, con potencias de entre 150 kW y 350 kW, que actualmente es la mayor velocidad de carga para los vehículos. Están situados en 125 ubicaciones por territorio nacional y el objetivo de Endesa X Way es que esa cifra alcance los 600 a finales de este año. Esta red de HPC (High Power Charging, en sus siglas en inglés) está desplegada ya en 12 de las 17 comunidades autónomas españolas y en más de la mitad de las provincias.
“Una de las ventajas del vehículo eléctrico es que éste se puede cargar durante el tiempo que está estacionado, que puede ser entre el 80%-90% de su vida útil. Así pues, puedes cargarlo mientras estás en casa, en la oficina, haciendo la compra o viendo una película en el cine, con una carga de menor potencia; pero, además, puedes cargarlo en este tipo de recarga ultrarrápida en apenas minutos, cuando necesitemos una ampliación de nuestra autonomía de nuestro vehículo con inmediatez. Para esos usos son para los que se está desplegando esta tipología de red ultrarrápida de entre 150 y 350kW.
Asimismo, Endesa continúa con su compromiso de avanzar con el despliegue de una red de recarga de acceso público de alta calidad por toda la geografía española, tal como hemos venido haciendo hasta la fecha. Sabemos que el acceso a este tipo de infraestructura es fundamental para poder tomar la decisión por parte de los potenciales usuarios de pasarse a la movilidad eléctrica, y por ello necesitamos, al igual que el resto de operadores, una mayor agilidad en los trámites administrativos para avanzar más rápido y hacer más fácil la transición hacia una movilidad más sostenible,” ha afirmado Bernárdez, directora general de Endesa X Way.
Aunque el objetivo de Endesa X Way es continuar instalando cargadores de todas las potencias, adaptando la velocidad de carga a los usos y hábitos de los clientes, la carga ultrarrápida tiene todo el sentido para las necesidades de carga instantánea, más asimilables al tiempo que hoy un usuario pasa repostando en una estación de servicio. El despliegue de esta tecnología es así absolutamente clave para los viajes de larga distancia y poder encontrarlos fácilmente en las carreteras españolas: de los más de 400 Puntos de Recarga de Alta Potencia de Endesa X Way, un 50% se encuentran en entornos de carreteras.
Sin embargo, es precisamente en este tipo de ubicaciones donde el proceso administrativo se suele demorar más a la hora de instalar estos cargadores. Estas instalaciones son mayoritariamente en media tensión y en un gran número de casos, pueden llevar a estar 2 años desde que se inicia la instalación hasta que puede ser usado por los clientes, debido a todos los trámites y procesos administrativos necesarios para poder ponerlo en funcionamiento. De hecho, de los 400 cargadores ultrarrápidos instalados, 6 de cada 10 están instalados, pero aún no pueden utilizarse, con el perjuicio que esto supone tanto para el usuario final que ve un cargador instalado y cree que no está operativo por falta de mantenimiento, así como para la propia empresa inversora, y en definitiva para el ecosistema de este nuevo sector.
La carga ultrarrápida es también importante para cubrir las necesidades en el entorno urbano, para dar servicio a usuarios con un uso intensivo de los vehículos como puede ser furgonetas de reparto o taxis, o sencillamente para, para aquellos que no tienen garaje donde puedan instalar un punto de recarga privado y/o aparcan su vehículo en la vía pública y que, según el INE, supone casi el 40% del parque de automóviles de nuestro país. Pero no todas las necesidades de carga se cubrirán con dicha carga ultrarrápida, ya que la ventaja del vehículo eléctrico frente a uno de combustión interna es que pueden cargarse cuando el vehículo está aparcado y el usuario no lo necesita. Por ello, además de esta red de recarga ultrarrápida Endesa X Way, también está desplegando infraestructura en ubicaciones de conveniencia como en supermercados, centros comerciales, hospitales, hoteles, parking, cines, restaurantes, o centros comerciales, donde el usuario puede cargar su vehículo al mismo tiempo que hace otras gestiones.
La tecnología de carga ultrarrápida se puede usar por todos los vehículos eléctricos que cuenten con un conector estándar europeo CCS2 o combo y que permitan este tipo de recarga. Estos son los elementos a tener en cuenta para saber si un vehículo puede o no cargar en carga ultrarrápida:
1. La potencia máxima de recarga del vehículo: Cada coche eléctrico está diseñado para soportar una velocidad de carga máxima. Es decir, el coche solo cargará a la potencia máxima que viene determinada por el diseño del sistema eléctrico del propio vehículo. La mayoría de los fabricantes denominan ese parámetro como la capacidad o potencia de carga máxima en corriente continua (C.C) y es lo que marcará la velocidad de carga del coche. Aun así, esa potencia de carga máxima solo se da en unas circunstancias determinadas y puede verse afectada por los factores como temperatura ambiente, porcentaje de carga de la batería y etc. Por contextualizar con un ejemplo, el KIA EV6 (en su versión con batería de mayor autonomía, 77kWh) tiene potencia máxima de carga de 350kW y por tanto es capaz de aprovechar al máximo un cargador de 350kW de potencia (para cargar 100km empleará aproximadamente 2-3min). Otro ejemplo de carga ultrarrápida es el Jaguar I-Pace (en cualquiera de sus versiones) con potencia máxima de carga de 100kW y por tanto admitirá como máximo esos 100kW, es decir que al conectarse a un cargador de potencia superior será el vehículo el que determine la potencia máxima, y en este caso, podría cargar 100km en 10-12min.
2. La capacidad de la batería del coche: La media actual en el mercado se encuentra en unos 40-50 kWh, aunque hay ya algunos modelos que sobrepasan los 100 kWh. A mayor capacidad, mayor será el tiempo para cargar el 100% de la batería.
3. La potencia del cargador: Ya hemos visto que el aprovechamiento de toda la potencia del cargador depende de la que acepte tu vehículo. La mayor parte del parque actual están en torno a 50-150kW de potencia máxima de carga, aunque ya existen en el mercado vehículos con más prestaciones que pueden llegar hasta el entorno de los 250-350 kW.