Los tres principales ejes sobre los que se basan los comentarios de Sedigas a la propuesta inicial del PNIEC:2023-2030 presentados durante el plazo de alegaciones son:
• Políticas tecnológicamente neutrales
• Incorporar políticas para el aprovechamiento de los potenciales de biometano e hidrógeno renovabl
• Aprovechar las ventajas del gas natural respecto de otros combustibles más contaminantes
Así, la actualización del PNIEC debería promover una significativa contribución a los objetivos climáticos y energéticos europeos, con compromisos más sólidos y objetivos más ambiciosos. En ese contexto, Sedigas ha presentado una serie de alegaciones al texto inicial propuesto por el Gobierno de España, que reflejan su posición sobre la relevancia de considerar un enfoque equilibrado y tecnológicamente neutro para la transición energética de nuestro país.
Por otra parte, insiste en la falta de ambición en los objetivos para el biometano y destaca la necesidad de una mayor concreción en el desarrollo del hidrógeno renovable en el borrador del PNIEC.
En relación con el hidrógeno, Sedigas señala la falta de concreción en elementos fundamentales para el desarrollo del hidrógeno renovable, lo que podría afectar a su viabilidad y despliegue efectivo.
Además, el documento presentado a consulta no considera el ‘blending’ de gas natural e hidrógeno renovable, siendo ésta una solución que contribuiría a la descarbonización eficiente del sector gasista, así como al desarrollo de una economía de hidrógeno. Por ello, se torna una solución imprescindible que el PNIEC debería contemplar.
Sedigas destaca la importancia de no desincentivar el uso del gas natural en el corto plazo como vector de descarbonización al desplazar otros hidrocarburos más contaminantes. Por otra parte,
reitera la necesidad de reconocer el valor estratégico de los ciclos combinados como pilar de la seguridad energética en un entorno de alta penetración renovable no gestionable, dada su flexibilidad y eficiencia operativa en la generación eléctrica.
Además, se considera necesario el establecimiento de medidas nacionales adicionales que garanticen la seguridad del suministro eléctrico, así como la fijación de un sistema de retribución para las infraestructuras asociadas a los ciclos combinados, dada la inclusión en el PNIEC de caídas de producción eléctrica de los ciclos; junto con la necesidad de mantener dicha tecnología.
Es relevante considerar que tanto las bombas de calor eléctricas como las calderas de gas tienen sus propias ventajas y desafíos en términos de eficiencia, sostenibilidad y aplicaciones específicas. En este sentido, la elección entre una bomba de calor y una caldera de gas depende de muchos factores, como la ubicación geográfica, las necesidades de calefacción y enfriamiento, la disponibilidad de energía renovable y la infraestructura existente. En la búsqueda de soluciones energéticas sostenibles, es crucial considerar cuidadosamente todas las opciones disponibles y evaluar cuál se adapta mejor a las necesidades específicas de cada caso. Se debe reiterar la relevante aportación que pueden realizar las calderas ya preparadas para ser compatibles con el uso de biometano e hidrógeno renovable que podrían ser una elección valiosa para favorecer la descarbonización del sector de la edificación.