Sin embargo, los bancos residentes, el Banco de España, las entidades de seguro y los fondos de pensiones redujeron su tenencia de deuda en letras del Tesoro en el mes de junio. Así, los bancos lo redujeron hasta 12.197 millones de euros desde los 13.720 del mes anterior. También hay una caída respecto al mismo mes del año anterior, cuando los bancos tenían 12.494 millones de euros.
En el mes de junio, las subastas de las Letras del Tesoro obtuvieron rentabilidades no vistas desde hacía 10 años en alguno de los tramos. Esta es la razón principal por el incremento que ha tenido la deuda a corto plazo entre los inversores. Así, las letras del Tesoro a tres meses obtuvieron una rentabilidad del 3,263%, su nivel más elevado desde noviembre de 2011. En total se colocaron casi 530 millones de euros frente a una demanda de 2.112 millones de euros, es decir, la demanda casi cuadriplica la oferta colocada.
En el caso de las letras a 9 meses, en la subasta de junio, la rentabilidad rozó el 3,5%, máximos desde febrero de 2013, que fue cuando se lanzó. El Tesoro colocó 1.540,22 millones, por debajo de los 3.231,24 millones solicitados por los inversores. Por lo que respecta a las letras a seis meses, en la subasta de junio se obtuvo una rentabilidad del 3,392%, alcanzando niveles récord de julio de 2012. El Tesoro colocó 979 millones de euros frente a los 3.240 millones.
Finalmente, en el caso de las letras a 12 meses, la rentabilidad conseguida fue de 3,468%, logrando su nivel más elevado desde julio de 2012. En esta subasta se adjudicaron 3.985 millones de euros, por encima de los 6.075 millones de euros de peticiones.
Las rentabilidades de las cuatro subastas de letras del Tesoro aumentaron respecto a junio del año anterior. En el caso de las letras a 12 meses, en junio de 2022, se obtuvo una rentabilidad ligeramente por debajo del 0,5%. Si nos fijamos en las letras a 9 meses, la rentabilidad fue del 0,6%. Por lo que respecta a las letras a 6 y 3 meses, la rentabilidad en ambos casos en junio del año pasado fue negativa. Por ello, se explica el exponencial crecimiento de la tenencia de deuda de letras por parte de los inversores españoles.
Este aumento en la remuneración provocó filas a las puertas del Banco de España y una avalancha de interés en las entidades bancarias por parte de los clientes más conservadores y con un poco de dinero ahorrado, que con la inflación actual quieren, sobre todo, no perder poder adquisitivo y si se puede sacar algo de beneficio. De hecho, el organismo tuvo que poner en marcha la cita previa para poder contratar estos productos y evitar, así, filas de varias horas. Unas citas previas que se agotaron en minutos. Además, coincide en que la subida de tipos todavía no se está transmitiendo a los depósitos y el interés medio de estos productos a 12 meses en junio fue del 2,21%, más o menos un punto porcentual por debajo de lo que ofrecieron desde el Tesoro.
Sin embargo, en el mes de septiembre, la rentabilidad de las letras ha tenido poco movimiento e incluso ha caído ligeramente. En el caso de las letras a 3 meses, cayó al 3,452% desde el 3,507% del mes de agosto. Si nos fijamos en la rentabilidad a 6 meses, la subasta de septiembre sí que registró una ligera subida al 3,654% desde el 3,639% previo. También mejoró la rentabilidad las letras a 9 meses que subieron al 3,724% frente al 3,687% de agosto. Sin embargo, sí que se ve una caída respecto a julio cuando la rentabilidad fue del 3,788%. Finalmente, en la subasta a 12 meses también hubo un ligero aumento al 3,670% desde el 3,664%.