En este sentido, el 32% de los encuestados afirman que ya cuentan con instalación fotovoltaica, y un 47% responde que a pesar de haber podido instalar la planta no lo han llevado a término.
De las empresas que ya cuentan con paneles, siete de cada diez empresas (73%) lo han hecho con inversión propia, y solo el 27% ha sido con financiación de terceros. Además, un 64% de los encuestados que tienen posibilidad de instalación de autoconsumo, estarían interesados en un autoconsumo compartido.
Según las previsiones y estimaciones a futuro de los mercados, el precio de las energías más utilizadas en la industria, además de la electricidad, como el gas y los carburantes seguirán siendo elevados durante los próximos años en comparación con el periodo prepandemia.
En este sentido, la Unión Europea ha preparado una reforma del mercado eléctrico que ayude a los consumidores ante la volatilidad a corto plazo de estos recursos. Ante la disyuntiva de los elevados precios y la escasez de los suministros surgen nuevas soluciones que ayudan al mercado y las inversiones realizadas en energías renovables tendrán un efecto favorable en la reducción de los precios de la energía.
En junio de 2023, se produjo un incremento del 6,4% en este tipo de energía frente al periodo del año anterior. Esto supone que el 46% de la energía generada proviene de fuentes renovables, siendo la generación solar fotovoltaica líder (17,9%) según datos de Red Eléctrica.
Gestión energética en las compañías
La radiografía de la situación actual muestra el interés creciente por las renovables, en especial, las plantas fotovoltaicas. Mediante la aplicación de acuerdos a largo plazo se busca de manera prioritaria reducir costes. Según la encuesta realizada por KPMG, para el 27% de las empresas el coste energético supone entre un 5% y un 15% de la facturación, mientras que, para más de la mitad de los encuestados solo supone menos del 5%.
A pesar de que la gestión de los activos energéticos es clave para el margen de las compañías, el 49% de los encuestados carece de equipo o departamento especializado. La buena organización y el ahorro de la energía son indispensables para implementar una gestión eficiente tratando de sacar el máximo partido a la energía contratada.
En este sentido, el 73% de las empresas consultadas lleva a cabo ejercicios para optimizar al máximo la relación entre la potencia contratada y el consumo, en un contexto, en el que el 42% de las compañías admiten que registran desviaciones sobre la previsión de la demanda. Para obtener un máximo rendimiento de la energía contratada, el 41% de los encuestados recibe ayuda de asesorías externas, un 20% se lo encargan a la empresa comercializadora y un 39% de los encuestados lo dejan en manos de departamentos internos. Solamente un 43% de las empresas preguntadas tienen asesoramiento de Empresas de Servicios Energéticos.
Evolución del consumo energético
La vuelta a la normalidad productiva, unida al conflicto en Ucrania, ha producido fuertes repuntes en el consumo eléctrico. Lo que se traduce en que el 33% de las encuestados tuvieron que aumentar su gasto entre un 10% y 30%, y a más de la cuarta parte (28%) a incrementos por encima del 30%. Siendo los sectores del transporte e industria los más afectados.
De la misma manera que la electricidad, el consumo de gas y gasóleo ha registrado importantes variaciones a la par que la actividad económica. Durante los periodos de 2019 a 2021, el 43% de las empresas ajustaron su consumo de gas a las necesidades del momento. Esto se tradujo en que entre el 2019 y 2020 casi un tercio de las compañías registró caídas del consumo por encima del 30%, un 14% de las empresas recortó entre el 10% y 30%, y un 21% de los encuestados menos del 10%.
La recuperación de la actividad económica elevó el consumo en el 72% de las compañías. Por su parte el gasóleo, clave en el sector transporte, sufrió modificaciones sustanciales y caídas hasta la mitad en el 45% de las empresas consumidoras de esta energía. Entre los periodos de 2019 y 2020, el 33% de las compañías tuvieron una disminución en el gasto menor de un 10%. Y el 50% de los encuestados una disminución mayor del 30%, solo en el 17% de las empresas sufrieron un incremento superior al 30%.
Por el contrario, durante el proceso de recuperación económica, el 42% de las empresas consultadas sufrieron incrementos mayores al 30% y solo el 25% sufrió una disminución mayor del 10% entre los años de 2020 y 2021.