La Comunidad de Madrid recibe un total de 21.000 millones de euros procedentes de la inversión extranjera. Unas cifras que superan las de países como Chile o Colombia. Con esta norma se pretende seguir potenciando a la comunidad como un lugar de referencia en la inversión extranjera.
La iniciativa está enfocada a personas que lleven como mínimo cinco años viviendo fuera de España, quieran invertir en Madrid y trasladen su residencia fiscal a la región. En total, podrán deducirse hasta un 20% del total, ya tanto activos financieros como inmobiliarios. Esta rebaja del impuesto de la renta podrá aplicarse desde el primer euro, ya que no se exige ninguna cantidad mínima ni tampoco máxima. Una norma que, una vez cumpla con el trámite parlamentario, podrá aplicarse en este mismo año 2023.
El consejero de Economía, Fernández-Lasquetty ha sido el encargado de dar a conocer este proyecto de ley y ha defendido a la Comunidad de Madrid como «una región libre de impuestos» y ha defendido el importante lugar que ocupa Madrid en el ámbito extranjero, gracias a la atracción de tres de cada cuatro euros de inversión extranjera, «una estabilidad lograda gracias a unas políticas de libertad económica y nuevos impuestos», afirmó Fernández-Lasquetty.
Según los datos que manejan en Sol, esta norma tendrá unos efectos más que positivos en las cuentas autonómicas. Desde el gobierno regional defienden que por cada 1.000 millones se generarían casi 13.000 puestos de trabajo y un aumento de 886 millones que irían a parar al PIB autonómico. Unas cifras que reflejarían más cotizaciones, más consumo y más ingresos con el que «seguir mejorando las inversiones públicas y la vida de los madrileños», defienden desde el ejecutivo de Díaz Ayuso.