En este periodo de tiempo, el ratio de dudosos ha ido a la baja, salvo con dos repuntes, que se registraron en abril, cuando la ratio pasó del 3,51% de marzo al 4,55%, y en mayo, cuando subió cuatro puntos básicos con respecto al cuarto mes del año hasta acabar en el 3,55%.
En cuanto a la morosidad de entidades de depósitos, que aglutina a los bancos, cajas de ahorro y cooperativas de crédito, la morosidad se situó en el 3,39% en julio, repitiendo la tasa registrada en junio. Al igual que la tasa de mora del sistema financiero ha seguido a la baja, con apenas dos repuntes en abril y mayo también. En cuanto a los establecimientos de crédito, aquí sí que ha experimentado un ligero repunte en julio con respecto al mes anterior. En julio subió hasta el 6,43%, desde el 6,33%. En marzo de 2022 la morosidad superaba el 7%.
Por otro lado, los préstamos morosos se redujeron en 399 millones solo en julio, hasta los 41.774 millones, si bien la morosidad del sector no cayó porque la cartera crediticia se contrajo hasta 1,194 billones de euros, por debajo de los 1,205 billones de febrero. Paralelamente, el volumen de provisiones también ha registrado una caída. En julio, cerraron en los 30.102 millones de euros, lo que supone un descenso de 429 millones con respeto al mes anterior. Se trata del nivel más bajo de los últimos 15 años, según los datos dados a conocer por el supervisor español y casi 1.000 millones menos desde que arrancó el año.
En julio de 2022, cuando el BCE llevó a cabo la primera subida de los tipos de interés, el volumen de provisiones realizadas por el total del sector financiero se situó en los 33.180 millones, lo que implica una reducción del 9%, y de 3.078 millones de euros en términos absolutos.