Aunque las perspectivas económicas están «más equilibradas», el BCE seguirá con su estrategia de mantener unos tipos de interés «restrictivos» porque evitará el riesgo de un cambio al alza de las perspectivas inflacionistas.Esta subida elevará el precio del dinero al 3,5%. Lagarde justifica ese encarecimiento en que la inflación subyacente «sigue siendo muy alta»: 5,5%. Después de este incremento, «se evaluará la vía a seguir». Lagarde precisa que las decisiones futuras dependerán de los datos y seguirán «una pauta por reunión».
La presidenta del BCE aprovechó su intervención en el Parlamento Europeo para reclamar que, en el año que falta para las próximas elecciones europeas, se avance en la integración financiera de la zona euro, las reglas fiscales y la Europa digital, porque «queda mucho por hacer». Se trata de tres proyectos de «gran envergadura» en los que ve necesario progresar para reforzar la integración financiera, mientras el BCE garantiza una supervisión bancaria «eficiente y congruente». «Hay que hacer más, sobre todo si queremos que fluya el capital y cumplir con los ambiciosos objetivos en materia de transición ecológica y digital, sin olvidar el trabajo para completar la Unión bancaria», insiste Lagarde.
También pide llegar «pronto» a un acuerdo para una revisión de las reglas fiscales que ofrezca un marco más «simple y predecible» y con más participación de los Estados miembro para reforzar el fundamento de la unión económica y monetaria.