Sin embargo, la semana pasada los tipos no lograron arrastrar al dólar con ellos, y éste perdió terreno frente a la mayoría de divisas, a pesar de los impresionantes datos de nóminas no agrícolas del viernes. La principal excepción fueron las monedas relacionadas con las materias primas, que sufrieron debido a una venta masiva de petróleo. El sólido informe de nóminas de EE.UU. echó un jarro de agua fría sobre la idea de que la economía estadounidense se está ralentizando, y los mercados vuelven a estimar en un 50% la posibilidad de una nueva subida de tipos por parte de la Reserva Federal, inquietando aún más a los mercados de renta fija. El ataque de Hamás a Israel durante el fin de semana es otra fuente de incertidumbre que afectará a los mercados, principalmente a través del precio del petróleo y la consecuente presión sobre la inflación. La pregunta clave es si continuará la peor venta masiva de la historia del Tesoro estadounidense, arrastrando consigo a los activos de riesgo e impulsando al dólar. En este contexto, el informe sobre la inflación estadounidense correspondiente a septiembre, que se publica el jueves, adquiere una importancia añadida. Cualquier indicio de moderación continuada de las presiones inflacionistas sería muy bien acogido por los mercados y podría traducirse en un repunte significativo del dólar.
EUR
La resistencia del euro la semana pasada ante el aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro y las desalentadoras ventas minoristas de agosto en la eurozona permite albergar ciertas esperanzas de que los niveles actuales ya estén anticipando un resultado bastante negativo para la economía europea. Las ventas al por menor se contrajeron un 1,2% con respecto al mes anterior en agosto, lo que supone la mayor caída desde diciembre. Aunque es evidente que estos datos están un tanto desfasados, la tendencia de la actividad es problemática. Esta semana, la atención debería centrarse en los datos de crédito de septiembre, un indicador algo ambiguo pero muy oportuno de la actividad empresarial. Cualquier cosa que se aleje de los sombríos escenarios actuales podría dar alas al euro. El jueves también se publicarán las actas de la última reunión del Banco Central Europeo. Los comunicados de los miembros del BCE fueron totalmente moderados la semana pasada, echando más agua fría sobre la posibilidad de un mayor endurecimiento monetario. Sospechamos que las actas mostrarán más o menos lo mismo, y es poco probable que proporcionen
USD
La economía estadounidense parece haber superado el ciclo de subidas de los tipos de interés más rápido de su historia, y los bonos del Tesoro siguen vendiéndose a medida que los mercados asimilan la posibilidad de tipos del 5% en el futuro cercano. El dato clave de la semana pasada fue la fortaleza del mercado laboral, que confirmó el escenario positivo que han dibujado los indicadores de mayor frecuencia como las ofertas de empleo y las solicitudes semanales al subsidio por desempleo. El crecimiento de los ingresos medios se redujo y el desempleo se mantuvo inesperadamente sin cambios, aunque la cifra de creación neta de empleo superó las expectativas, ya que la economía estadounidense creó 336.000 puestos de trabajo netos el mes pasado, casi el doble de lo estimado por los economistas. Este jueves se publicará el informe de inflación correspondiente a septiembre, y los nervios crispados de los mercados de renta fija podrían no reaccionar bien ante una sorpresa al alza. Sin embargo, se esperan cifras relativamente suaves, que confirmarían la tendencia suavemente descendente de la inflación que desea ver la Reserva Federal.
GBP
En una semana escasa de datos, la libra tuvo un comportamiento aceptable, recuperándose frente al euro y al dólar tras semanas de pérdidas. La falta de noticias importantes procedentes del Reino Unido en la última semana hizo que la libra se beneficiara en gran medida de los acontecimientos en otros lugares. El índice PMI de construcción de Reino Unido de la semana pasada fue un gran fracaso, con el índice cayendo a su nivel más bajo desde mayo de 2020, aunque la mínima contribución del sector a la economía británica hizo que los mercados lo pasaran por alto en gran medida. Esta semana se publicarán varios datos económicos correspondientes a agosto, como el PIB mensual, la producción industrial y la construcción, y deberían dibujar un panorama de crecimiento moderado. Últimamente, los datos sobre el PIB han tendido a dar sorpresas positivas, lo que podría favorecer a la libra esta semana. Los signos de resistencia en este ámbito deberían hacer prever una nueva subida de tipos por parte del Banco de Inglaterra, la cual en estos momentos los mercados esperan con una probabilidad inferior al 50%.
JPY
La semana pasada fue especialmente volátil para el yen japonés. El tipo de cambio del par USD/JPY superó el nivel de 150 a comienzos de semana, aunque el par retrocedió bruscamente el martes, en lo que en un principio pareció ser el resultado de una intervención en el mercado de divisas. Sin embargo, los datos publicados al día siguiente sugieren que no hubo intervención, mientras que los funcionarios se negaron a hacer comentarios sobre si este fue realmente el caso, lo que nos indica que el movimiento puede haber sido simplemente una consecuencia de factores técnicos o algoritmos de negociación. En cualquier caso, el yen logró mantener sus ganancias y terminó la semana con una modesta subida frente al billete verde Esta semana, Japón carece por completo de noticias importantes para el mercado. Es probable que continúen las especulaciones sobre si las autoridades japonesas intervendrán para proteger al yen en caso de que veamos un nuevo movimiento por encima del nivel de 150 en el tipo de cambio
USD/JPY.
Parece que hay reticencia a hacerlo, y puede que se necesite un cambio en la postura del Banco de Japón para ver un repunte significativo del yen. CNY El mercado de China continental permaneció cerrado la semana pasada debido a las vacaciones de la Golden Week. Durante este periodo, el yuan offshore (CNH) cedió ligeramente frente al dólar estadounidense. Ante la falta general de información, hubo noticias positivas sobre el gasto en vacaciones: según Shanghai Securities News, aumentó un 153% en la plataforma online Meituan desde el 2019 anterior a la pandemia. Los viajes también se recuperaron, aunque siguen por debajo de los niveles prepandémicos. Esto proporciona cierta esperanza de que el consumo en China se está recuperando. En los próximos días, los inversores estarán atentos a los datos de financiación de septiembre. El viernes se publicarán los datos de inflación y comercio del mismo mes. Estos datos han influido en el tipo de cambio del yuan en el pasado, por lo que podríamos ver cierta volatilidad adicional en torno a la fecha de publicación de los datos, que en general se espera que muestren cierta mejoría.