El representante de los empresarios ha apuntado al desempleo como el «principal desequilibrio de la economía española» y ha reclamado una revisión de la fiscalidad que acerque el salario neto que perciben los trabajadores al coste bruto que realizan las empresas. Una crítica que parece hacer referencia a la subida de las cotizaciones incluida en la reforma de las pensiones, en la que se elevaron las bases máximas y se introdujo el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) para todas las rentas.
Para Sendagorta, el paro es la «causa de las desigualdades sociales» y el «auténtico freno al ascensor social» por lo que ha reclamado que los ámbitos público y privado centren sus esfuerzos en solventarlo. Si bien, ha recordado que es el músculo del sector privado el que «genera más riqueza para distribuir y cubrir las necesidades públicas, y no del que solo sirve para maquillar las estadísticas», dada la disputa de cifras y conceptos entre ‘think thans’ privados y el Ministerio de Trabajo encabezado por Yolanda Díaz, a cuenta del crecimiento de los contratos fijos discontinuos desde la entrada en vigor de la reforma laboral a comienzos de 2022.
Las subvenciones pueden ser un remedio temporal necesario, el instrumento que sirve para salvar una situación puntual de necesidad, pero solo el trabajo desarrollado por personas con la formación precisa representa una verdadera solución sostenible», ha asegurado. El líder de los empresarios familiares ha recalcado que el bienestar de los trabajadores se encuentra entre los principales retos a corto plazo. Por ello, además de fomentar la conciliación de las vidas privada y laboral, se ha mostrado abierto a llevar a cabo revisiones salariales siempre que estas estén limitadas al «listón de competitividad» para no poner en riesgo la continuidad de sus empresas.
En un contexto político marcado por las negociaciones de Pedro Sánchez con los grupos parlamentarios para conseguir el respaldo suficiente para la investidura, los empresarios han apelado a evitar la polarización y apostar por la moderación y el diálogo, con el objetivo de «construir un marco de relaciones estables que proyecten nuestro país y nuestras empresas hacia un futuro a largo plazo». Asimismo, Sendagorta ha invitado a recuperar el «sentido de la institucionalidad» después de una legislatura en la que los empresarios reconocen en privado que este se ha deteriorado.