Feijóo ha reiterado que los populares usarán «todos los recursos» a su alcance, entre ellos una oleada de protestas en la calle. En este sentido ha señalado que «estaremos el 12 de noviembre en todas las capitales de provincia de España recordando que somos una democracia y un estado de derecho». También los populares se sumarán en Madrid a la gran manifestación convocada por la sociedad civil para el sábado 18. «Da igual que en ese momento haya gobierno o no, demostraremos que hay una España unida. Podrá mercadear con el dinero de todos los españoles, pero no con la dignidad de la sociedad».
«Sánchez y sus socios están perpetrando el mayor ataque al Estado de Derecho y pretende que nos callemos, que nos lo traguemos y dicen que los radicales somos nosotros. Vamos a responder con más unión. Lo vamos a recordar todos los días», ha dicho elevando el tono conforme se acerca la fecha de la investidura presidencial de Sánchez y ante los ataques recibidos desde las filas socialistas, que les acusan de «nazis» por manifestarse ante las sedes del PSOE, tal y como ha lanzado el portavoz parlamentario socialista, Patxi López.
Descartando una repetición electoral, ha defendido que el PP «es el partido de la certeza constitucional y económica y nuestras puertas deben estar abiertas para ser un punto de encuentro de las personas que creen en la democracia. Somos hoy por hoy el refugio constitucionalista ante los que han renunciado la dignidad. No nos van a silenciar, ni a callar, ni a amedrentar y ni a parar. Vamos a seguir trabajando por el estado de derecho en España. No van a lograr la amnesia sobre el pueblo español». Cree Feijóo que esta vez a Sánchez «se le ha ido la mano» con sus cesiones a costa de volver a ser investido presidente del Gobierno.
«Quieren alimentar una división entre los españoles y vamos a defender a nuestro compatriotas catalanes» ha dicho en otro momento el líder del PP en un intento, también, de que no sea Vox quien centralice el discurso de rechazo a la amnistía. Cree Feijóo que Moncloa y los independentistas de Junts «no buscan el beneficio de ningún territorio, tampoco de Cataluña, sino que lo que quieren unos es el vaciado del Estado en Cataluña y, el otro, los votos de investidura».
A su juicio hay una «élite política privilegiada que no cumple las leyes» y a la que se pretende amnistiar de sus delitos. «Pretenden pasar por encima de todos. Es el mayor retroceso democrático de nuestra historia. Lo que es de todos se decide entre todos», ha subrayado,
Con unos barones territoriales en pie de guerra no sólo por la futura ley de amnistía, sino también por las cesiones en materia económica que pasan por una quita de la deuda de Cataluña con el Estado por 15.000 millones de euros y una negociación bilateral del nuevo modelo de financiación, el PP quiere hacer valer el peso de su mayoría absoluta en el Senado así como su extenso poder territorial.