Los datos más recientes proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre la afluencia de turistas extranjeros en septiembre respaldan esta afirmación y son motivo de satisfacción, ya que son las mejores cifras de la serie histórica que registra la región tanto de llegada de turistas internacionales como de gasto en un mes de septiembre: durante el mes de septiembre de 2023, Madrid recibió un total de 765.040 turistas internacionales, lo que representa un aumento del 27% en comparación con el mismo período del año anterior. Este incremento se tradujo en un gasto total de 1.274 millones de euros, un 37,5% más respecto al año anterior.
Pero más allá del nuevo récord, estos datos reflejan varias cuestiones que debemos detenernos a analizar. La primera es que estas cifras indican que el turismo en España, y en particular en Madrid, se encuentra en un momento de crecimiento y recuperación constante para lograr los niveles prepandemia, lo que es motivo de optimismo para todos los actores involucrados en esta industria. Pero además significan que Madrid es un importante polo de atracción turística no estacional, desempeña un papel crucial en la recuperación y el crecimiento sostenible, respaldan el resto de los datos económicos de la comunidad e indican que el sector está en la buena dirección para recuperar los niveles anteriores a la pandemia. Son una señal alentadora para el sector turístico en Madrid y la economía en su conjunto y reflejan la capacidad de resiliencia del sector.
La segunda es el impacto económico directo. Cada visitante gastó una media de 329 euros al día en Madrid durante septiembre, lo que representa una cifra significativamente superior (casi el doble) a la media nacional de 185 euros, lo que denota un crecimiento del 5,7% en comparación con el mismo período del año anterior. Además, la duración media de la estancia de los turistas internacionales en Madrid se mantuvo en un sólido promedio de 5,1 días. En total, el gasto medio por persona en la región se situó en 1.665 euros, lo que supone un aumento del 8,3% con respecto a septiembre del año anterior, y 394 euros más que la media nacional, que se situó en 1.271 euros.
Destino de alto valor
Estos datos indican claramente que la región es un destino de alto valor para los visitantes, y este gasto se extiende más allá de los hoteles y restaurantes, abarcando una variedad de servicios y actividades que estimulan la economía local y nacional. El turismo es un sector económico diversificado que abarca una amplia gama de servicios, desde la hostelería y la restauración hasta la cultura, lo que ayuda a promover la estabilidad económica. Pero además implica un efecto multiplicador en la economía, estimulando la demanda en sectores que van desde la agricultura, hasta la construcción, pasando por el transporte y el comercio minorista, sin olvidar la industria. Esta diversificación económica crea un ciclo positivo, fortaleciendo la economía y haciéndola más resistente a las fluctuaciones en sectores específicos.
Además, el aumento de la llegada de turistas ayudará a atraer inversiones en infraestructura turística, desde el transporte hasta la construcción de nuevos hoteles, y la mejora de la calidad de los servicios, lo que beneficia tanto a los turistas como a los residentes locales, a la actividad económica de manera indirecta e inducida y a la generación de puestos de trabajo directos e indirectos.
El crecimiento del flujo turístico tendrá además un impacto significativo en la recaudación fiscal tanto directa como indirecta. Desde el IVA hasta el impuesto de sociedades y el IRPF, la contribución financiera de este sector se convierte en un pilar para financiar servicios públicos, infraestructuras y proyectos, beneficiando tanto a la industria turística como a la sociedad en general.
En tercer lugar, hay que destacar que el turismo no se limita a números y economía; también aborda aspectos culturales, de identidad y patrimonio. Los visitantes tienen la oportunidad de sumergirse en la riqueza cultural y el patrimonio histórico de la comunidad, experimentando museos, lugares históricos y la gastronomía local. Además, fomenta el intercambio cultural y la comprensión mutua entre personas de diferentes nacionalidades, enriqueciendo la sociedad y promoviendo la tolerancia.
En resumen, los recientes datos subrayan la importancia del turismo como motor económico en la Comunidad de Madrid. No solo impulsa la economía y genera empleo, sino que también promueve la cultura y el patrimonio. Sin embargo, es esencial que el crecimiento turístico se base en principios de sostenibilidad y responsabilidad para garantizar un impacto positivo a largo plazo.
La Cámara de Comercio de Madrid reafirma su compromiso de seguir trabajando en estrecha colaboración con todos los agentes del sector turístico para promover el crecimiento sostenible de esta importante industria en nuestra región. Juntos, podemos aprovechar estas oportunidades para fortalecer la economía local y brindar experiencias excepcionales a quienes visitan Madrid. Si se garantiza un desarrollo sostenible del turismo, este sector seguirá siendo un motor económico imparable para la Comunidad de Madrid.