“Hemos comenzado 2023 con una mejora respecto al pasado año, pero todavía no podemos hablar de una recuperación en el sector de la automoción”, ha comentado López-Tafall, director general de Anfac. Los principales desafíos, apunta la patronal, pasan por los problemas intermitentes de aprovisionamiento de piezas en las fábricas y los cuellos de botella ocasionados por los problemas de distribución que podrían limitar la capacidad exportadora. Por tipos de vehículos, las plantas españolas ensamblaron 150.467 unidades de turismos y todoterrenos durante enero, un 8,8% más que en el mismo mes de 2022. Los comerciales e industriales registran un aumento menor, limitado al 6,1% con un total de 44.086.
En cuanto a las exportaciones, estas aumentaron un 6,2%, hasta los poco más de 170.000 coches. En el primer mes de 2023, casi nueve de cada diez vehículos producidos en España se enviaron fuera de las fronteras nacionales. En particular, los destinos europeos representaron el 91% de las ventas al extranjero, lo que representa un ligero aumento de 0,5% en comparación al año anterior.
La patronal ha aprovechado la publicación de los datos para reiterar sus críticas a la en la futura normativa de emisiones europea Euro 7, que se prevé que entre en vigor a mitad de 2025. El presidente de Anfac, Wayne Griffiths, ya había resaltado el martes que “si esa norma se pone en marcha corremos riesgo de cerrar fábricas”. Este jueves, López-Tafall ha destacado que la nueva regulación solo haría más difícil la ya “compleja situación” que afecta a la industria.
Anfac ha resaltado el aumento en la cuota de fabricación de vehículos de cero y bajas emisiones, que creció un 58,7% en enero de 2023 frente al mismo mes del año pasado. El total de unidades alcanza así los 37.773, lo que supone el 19,4% de la cuota de mercado.
Mejor aún son los datos para vehículos electrificados, cuya producción crece un 41% frente al priemr mes del año pasado.