Así lo ha expresado durante una entrevista en ‘CNBC’, en la que ha destacado que «los precios de la energía y los alimentos son sustancialmente más bajos que en sus picos». Además, los precios de la energía han caído significativamente porque Europa pudo diversificar «con éxito» sus fuentes de energía, a lo que se sumó un «invierno benigno», que ayudó a reducir la demanda de energía y mantuvo bajos los precios del gas.
Según sus estimaciones, prevé que la economía mundial crezca muy por debajo de los resultados esperados antes de la guerra: a un modesto 3,1% en 2022, antes de desacelerarse al 2,2% en 2023 y recuperarse moderadamente a un ritmo todavía inferior al 2,7% en 2024.
En cuanto a la inflación, reconoce que «está comenzando a disminuir», pero avisa de que «aún no estamos al tanto del desafío. Hay más trabajo por hacer para abordar la inflación y eso conlleva riesgos. Y estos son riesgos que deberán seguir gestionándose bien durante semanas y meses».