Por lo que se ha sabido, los temas a tratar están por dilucidar, pero parece cierto que se hablara del modelo de financiación autonómica, pendiente de reforma desde el año 2014, Y es que los populares han hecho pública la carta remitida a Moncloa para aceptar la reunión, que el jefe del Ejecutivo propuso junto a la puesta en marcha de una comisión de trabajo entre las dos formaciones para abordar, entre otros asuntos, la reforma del artículo 49 de la Constitución o la renovación del Consejo General del Poder Judicial.
Sánchez, ha celebrado que Feijóo acceda a reunirse con él y haya «rectificado» en su empeño de darle «plantón». «Me parece que es lógico, no creo que nadie pudiera entender que por primera vez en la historia el jefe de la oposición fuera quien se negara a dialogar y entenderse con el que ostenta la responsabilidad de presidente del Gobierno». El compromiso de abordar la reforma del modelo de reparto se incluyó en el pacto para un gobierno de coalición firmado por el PSOE y Sumar el pasado 24 de octubre. Sin embargo, con un mapa autonómico teñido de azul, puesto que el PP gobierna en once de las diecisiete comunidades autónomas, sacarla adelante sin un mínimo entendimiento con los populares parece inviable.
Pero de los grandes temas políticos que ocupan charlas de café y tertulias de media España, ni media palabra y eso es lo que hace que el líder popular pueda perder el paso y el espacio ganado en estos meses por el sometimiento de Sánchez a las peticiones de independentistas y separatistas. Si a ello se uniese la clarificación del calendario de obligado cumplimiento al que le obligan sus socios de Gobierno, Feijoo se poeta convertir en el defensor de los deseos de miles de ciudadanos, convirtiendo al socialistas Sánchez en un vendido a las minorías separatistas.
Pero de todo esto ni se habla, ni tan siquiera se menciona. Y ello porque a Sánchez lo que le interesa es enredar al líder popular en temas enfangados que no generan votos, sino que son cuestiones de administración en los que la llave del poder es la que termina imponiéndose, porque es la que reparte fondos a diestro y siniestro sin que la oposición tenga capacidad alguna de decisión.