La compra de PNM fue anunciada a finales de 2020 y estaba valorada en unos 7.000 millones de euros. La operación representaba el gran proyecto de Iberdrola para convertirse en líder en un mercado estratégico como el de Estados Unidos. No obstante, fue bloqueada por la Comisión de Regulación de Nuevo México, después de haber recibido aprobación de cinco agencias federales y de la Comisión de Servicios Públicos de Texas.
Avangrid y PNM Resources se habían dado de plazo hasta el 31 de diciembre de 2023, ampliable de mutuo acuerdo hasta finales de marzo de 2024, para intentar salvar los obstáculos para lograr su fusión. Ignacio Galán, presidente de Iberdrola, se ha manifestado en múltiples ocasiones sobre esta operación, reafirmando que mantenía sus planes para crecer en Estados Unidos, país estratégico para el grupo, y que confiaba en cerrar la fusión de su filial Avangrid con PNM Resources en la primera mitad de 2024.
Los expertos de Sabadell señalan en su informe de mercados de hoy martes que esta noticia es «negativa». Sin embargo, precisan que su impacto es «limitado» teniendo en cuenta que, a pesar del contratiempo de fusión con PNM, Iberdrola seguirá invirtiendo de forma orgánica en Estados Unidos por un montante similar al inicialmente previsto. «Al mismo tiempo, nuestras estimaciones, y las del consenso, no contemplaban la fusión con PNM», añaden desde Sabadell.
Asimismo, destacaron que la renuncia a la operación no será impedimento para que Iberdrola pueda alcanzar «cómodamente» su objetivo de un beneficio neto de 5.200-5.400 millones de euros para 2025 y afirmaron que los inversores deberían acoger «con agrado» esa flexibilidad incremental en el balance de la compañía de cara a la actualización del plan estratégico que anunciará a finales de marzo.
De esta manera, el grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán renuncia al que era su gran movimiento para crear un ‘gigante’ energético en Estados Unidos con un valor de mercado tras la fusión superior a los 20.000 millones de dólares (unos 18.140 millones de euros).
Los títulos de Iberdrola, que iniciaron con subidas la jornada tras conocerse el anuncio, caían ligeramente (-0,17%) a las 13.33 horas, a un precio de 11,85 euros por acción.
En un informe, Goldman Sachs consideró que, con el rechazo a llevar a cabo la operación, Iberdrola elimina «dos obstáculos», ya que PNM habría añadido aproximadamente 9.000 millones de euros de deuda incremental al grupo y, además, el precio de la transacción se fijó en un contexto de tasas más bajas, «lo que llevó a algunos inversores a creer que la oferta podría verse de manera diferente en el entorno de tasas actual».
Mientras, Morgan Stanley estimó el anuncio, en términos generales, de «neutral» para Iberdrola, ya que el impacto en las ganancias por acción es «mínimo» y elimina «parte de la presión del balance» sobre cómo financiar el acuerdo.
Tras esta renuncia, el banco de inversión señaló que el grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán tiene muchas «otras oportunidades de inversión» y, asimismo, cierra una operación que se encontraba encallada desde hace más de tres años.»Esperamos un impacto limitado en la previsión de Iberdrola para 2025 de un beneficio neto de 5.200-5.400 millones de euros, dado que la contribución de PNM es relativamente pequeña y dada una serie de otras palancas de Iberdrola tiene en todo el grupo… Creemos que la cancelación de la transacción tiene el potencial de mejorar el ratio deuda financiera neta/Ebitda de Iberdrola en 0,3 veces de media durante 2024-30″.
En la misma línea, UBS valoró que, dado los más de tres años transcurridos desde el anuncio del acuerdo en 2020, las condiciones del mercado han cambiado y afirmó que destinar 12.000 millones de euros a la operación actualmente podría ya no considerarse lo «más eficiente a la luz de unos mayores tipos de interés y las oportunidades incrementales de inversión de capital de 9.000 millones de dólares (unos 8.170 millones de euros) en Estados Unidos aseguradas desde entonces».
Asimismo, RBC valoró que Iberdrola ya había dicho anteriormente que si la fusión con PNM no llegaba a buen puerto, «buscaría otras oportunidades en Estados Unidos».
Además, para los analistas de Alantra el hecho de no comprar PNM aumentará la flexibilidad financiera de Iberdrola «en un momento en el que hay un fuerte esfuerzo inversor por hacer -con más de 10.000 millones de euros de capex anuales-«.
«La resolución del acuerdo con PNM no altera nuestra visión positiva sobre Iberdrola. De hecho, elimina la incertidumbre de PNM , lo cual es bueno considerando el fuerte esfuerzo de inversión y el aumento del apalancamiento que el acuerdo habría implicado», dijo la entidad, que reiteró así su recomendación de comprar sobre la energética, siendo su primera opción en el sector.