Del importe acordado, 170 millones de euros ya tienen un destino comprometido: financiar proyectos de energía eólica terrestre en Polonia. Además, ambas instituciones continúan analizando opciones de colaboración para apoyar el desarrollo de nuevos proyectos de energías limpias innovadoras en países emergentes, como generación eólica marina e hidrogeno verde.
El actual préstamo está sujeto al cumplimiento de dos objetivos ESG estratégicos para el grupo. El primer objetivo es reducir las emisiones absolutas, directas e indirectas, de gases de efecto invernadero de la empresa en más de un 60% para 2030 respecto a la línea base de 2020, incluidos los alcances 1, 2 y 3, procedentes de las operaciones de la compañía, de los clientes y de las cadenas de suministro. El segundo objetivo es más que duplicar la capacidad instalada de Iberdrola para 2030, que a cierre del tercer trimestre de 2023 superaba los 41.000 MW limpios.
La operación se enmarca en la alianza firmada en mayo del año pasado para fomentar la transición energética en países emergentes. Entonces se formalizó un préstamo verde y vinculado a objetivos de sostenibilidad de 150 millones de dólares –unos 136 millones de euros– para financiar mejoras de digitalización y eficiencia energética en las redes de distribución eléctrica operadas por la filial brasileña de Iberdrola. Antes, en 2022, IFC ya había concedido a Neoenergia un préstamo por 115 millones de dólares.
IFC, con rating crediticio AAA, es el brazo del Grupo Banco Mundial que financia al sector privado en más de 100 países emergentes, con el objetivo de que mejoren sus propios sectores privados invirtiendo en compañías a través de préstamos, capital y garantías. La misión es movilizar el capital de otros inversores, y asesorar a empresas y gobiernos para estimular la inversión privada.
El organismo comprometió el año pasado un récord de 43.700 millones de dólares (40.000 millones de euros) destinados a empresas privadas e instituciones financieras de países en desarrollo. IFC potencia así el sector privado para acabar con la pobreza e impulsar la prosperidad compartida mientras las economías lidian con los impactos de las crisis.