Por componentes, los alimentos, alcohol y tabaco se encarecieron un 5,7%, cuatro décimas menos, la energía frenó su caída interanual al 6,3% frente a la bajada del 6,7% de diciembre, el precio de los servicios se mantuvo estable en el 4% y los bienes industriales no energéticos se atenuaron cinco décimas, al 2%. Descontando de la tasa general el impacto de la energía, la inflación descendió dos décimas, hasta el 3,8%. Si se excluye también el efecto de los alimentos, el alcohol y el tabaco, la inflación subyacente se relajó una décima, hasta el 3,3%, con lo que se coloca en su nivel más bajo desde marzo de 2022. Por países, Estonia (5%), Croacia (4,8%) y Austria y Eslovaquia (ambos 4,3%) sufren las tasas de inflación más elevadas. Por el contrario, Finlandia (0,7%), Italia (0,9%) y Letonia y Lituania (ambos 1%) registran que las más bajas.