Según se refleja en el último informe de Fotocasa Research, los inversores que buscan obtener rendimiento de sus inmuebles pasan del 7% en 2022 al 13% en 2023, mientras que la compra de primera residencia cae del 79% al 73% en los últimos 12 meses debido a la subida de tipos de interés.
En concreto, del colectivo en general de demandantes de vivienda, un 73% de ellos busca adquirir un inmueble para convertirlo en su vivienda habitual. Por su parte, otro 14% ha buscado una casa para utilizarla como segunda residencia. El restante 13% ha comprado o intentado comprar como inversión. Hay que destacar que esta distribución porcentual presenta diferencias significativas respecto a la de 2022, cuando las cifras eran del 80% de demandantes de primera residencia, 13% que compraron o trataron de comprar una vivienda para utilizarla como segunda residencia y un 7% restante de compradores o potenciales compradores que acudieron al mercado para realizar una inversión.
«La inversión en activos inmobiliarios se considera un valor refugio de cara las crisis y las épocas de incertidumbre como la actual. Tanto grandes como pequeños particulares apuestan ahora por la vivienda como un amparo para evitar que sus ahorros se devalúen y se han lanzado a invertir al percibir este mercado como seguro, tras la evolución tan positiva desde el impacto de la Covid-19. Además, la rentabilidad de la vivienda sigue siendo el foco de inversión con menor riesgo del mercado», comenta María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa. «Resulta, por tanto, evidente que en un escenario como el actual, con altos costes hipotecarios como consecuencia de las subidas de tipos de interés y los precios inmobiliarios en niveles también históricamente altos, la distribución de la demanda de compra se ha desequilibrado, con una creciente presencia del perfil inversor en detrimento de la opción de primera vivienda», añade.