Ahora Endesa ha dado un paso más en esta instalación y está recuperando 9 hectáreas de terreno dentro del perímetro de la instalación, donde no hay paneles al tratarse de una zona utilizada antiguamente como “escombrera”. El objetivo de esta iniciativa es conseguir una cobertura vegetal partiendo del banco de semillas natural y autóctono de esa zona, mejorar la estructura y composición del terreno y además añadir una mayor biodiversidad (flora y fauna) en cuanto a especies vegetales de distintos portes y funciones. Para recuperar este terreno la filial renovable de Endesa, EGPE, ha aplicado además de plantaciones, tecnología más innovadora: la hidrosiembra. Gracias al uso de maquinaria especializada se coloca en el terreno seleccionado una mezcla de agua y distintos componentes como semillas herbáceas, gramíneas, leguminosas y arbustivas, fertilizantes, correctores de pH, mulch y aditivos especiales, que permiten restablecer un 25% más rápido el suelo que utilizando cualquier otra alternativa de siembra.
La operación de hidrosiembra se realiza en dos pasadas: en la primera se aporta la mezcla de semillas, abono, aditivos y agua; mientras que en la segunda pasada tan sólo se aportan elementos (mulch o acolchado y estabilizadores) que contribuyen a mejorar la fijación de la mezcla sobre elterreno.
“Con este tipo de iniciativas, demostramos que vamos un paso más allá en el cuidado del medioambiente. No solo aseguramos el estricto cumplimiento ambiental de nuestras plantas, sino que además buscamos soluciones y oportunidades específicas adaptadas a cada emplazamiento que nos permitan potenciar, fomentar y conservar la biodiversidad de nuestras Instalaciones y su entorno”, ha señalado Juan Abad, responsable de medio ambiente de Endesa en las plantas solares. “Esta iniciativa en la planta solar de Las Corchas es un claro ejemplo dado que aprovechamos un terreno en desuso y con un cierto deterioro, para crear un hábitat natural de alto valor, libre de la influencia del entorno agroindustrial, y que permitirá ser refugio de fauna, flora y en este caso un valor añadido para el nuevo apiario solar”.
Una vez se ha realizado esta hidrosiembra un equipo de técnicos medioambientales están reforestando esta zona con algunos ejemplares arbóreos (pinos piñoneros, acebuches, lentiscos o coscoja), plantas arbustivas (palmitos, mirtos o zarzamora) y por último en mayor proporción y distribución plantas aromáticas autóctonas como romero, lavanda o tomillo-mejorana. La finalidad no es solo contar con un espacio vegetal que ayude a la difusión de avifauna local, sino también ofrecer a las abejas del apiario solar de Carmona más sustento para realizar su trabajo.
Desde que se pusiera en marcha este apiario solar en marzo del 2021, las 80.000 abejas que han llegado cada una de las 35 colmenas instaladas en la planta fotovoltaica de Endesa, han llegado a producir 500 kilos de miel libre de pesticidas y llena de energía verde.
Los 2,8 millones de abejas de Juan Ignacio y su hijo, cuarta y quinta generación de Loramiel, están participando también en un estudio medioambiental que está realizando la asociación El Rincón de la Abeja, cuya presidenta Paola Vecino ha viajado recientemente a Carmona para instalar sensores nuevos a las colmenas digitalizándolas y aplicando medidas de seguimiento medioambiental para identificar la proliferación de especies animales en el entorno de la planta solar.
“Los espacios ocupados por las plantas fotovoltaicas pueden ser un lugar ideal para el fomento de la biodiversidad en estas áreas -explica Paola Vecino, presidenta del Rincón de la Abeja- ya que son zonas controladas y permiten el tránsito libre de numerosas especies en ausencia de fitosanitarios u otras substancias utilizadas habitualmente en las zonas rurales”.
Endesa, a través de su filial renovable EGPE, está desarrollando precisamente con esta asociación un estudio de la población de abejas. Para ello se han instalado ya sistemas de monitorización 3Bee para conocer el número de ejemplares en el apiario solar, se están registrando biofonías en las zonas anexas al apiario, se llevará a cabo un estudio de la carga floral en la zona, y un mapa de interacción ecológica. “Todo ello para estudiar y dar a conocer el impacto positivo de esta convivencia”, señala Vecino.