«Lo que les puedo decir es que, en cuanto a los plazos para completar esa compra, se hará lo más rápido posible, en el menor tiempo posible, evidentemente, siempre que, además, no afecte a la cotización de la compañía», ha subrayado Alegría en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.
En estos momento el monto de acciones alcanzado tiene un valor de unos 700 M€, con la cotización de la operadora en torno a los 4 euros. Al precio de mercado actual, completar la compra del otro 7% de la operadora tendría un coste de unos 1.600 millones de euros.
Por otro lado, Alegría también ha recalcado que el objetivo del Ejecutivo es dar «mayor estabilidad accionarial» a Telefónica y «salvaguardar» las capacidades de una compañía, que según ha señalado, es «estratégica para los intereses nacionales». «Es una fórmula que también se está llevando a cabo en otros países del entorno», ha añadido.
Según los expertos de Renta 4, la operación comunicada por la SEPI «refuerza la ‘españolidad’ de Telefónica, al estar representada además, por CaixaBank, máximo accionista (5,07%) incluyendo Criteria (2,56%) y BBVA (4,839%)». «Creemos que la SEPI continuará comprando títulos a mercado para seguir construyendo su participación hasta el 10%, un apoyo que consideramos clave para la cotización de Telefónica en los próximos meses», defienden desde esta firma. Estos expertos, de hecho, mantienen el precio objetivo que otorgan a los títulos de la compañía, de 4,6 euros, y su consejo de ‘sobreponderar’.
Por su parte, los estrategas de Berenberg han publicado este martes un informe en el que elevan el precio objetivo que otorgan a los títulos de Telefónica hasta 3,90 euros, desde los 3,30 euros anteriores, y reiteran su consejo de ‘mantener’. «Con Telefónica España logrando un crecimiento continuo de los ingresos, un retorno al crecimiento del Ebitda y un menor gasto de capital, esperamos que tenga un buen 2024, financieramente», explican los analistas de la firma alemana. Sin embargo, también apuntan que las razones de esta mejora del Ebitda «son de naturaleza única, y después de este año creemos que se reanudará la tendencia a largo plazo de dilución del margen, y la división también puede enfrentar el riesgo de una reducción de los ingresos mayoristas de Digi».
Detrás del Estado será segundo accionesita de la tekeci STC, la operadora estatal de Arabia Saudí que está controlada a su vez en más de un 64% por su fondo soberano PIF. Tras el trasiego accionarial de estos días, el inversor árabe se mantiene, de momento, como primer accionista de Telefónica con un 9,9% del capital, dividido en un 4,9% directo en acciones y otro 5% en derivados convertibles, cuya ejecución está «pendiente y condicionada» al visto bueno del consejo de ministros del Gobierno Sánchez.
El segundo accionista es BBVA (4,87% del capital), por delante de la gestora estadounidense BlackRock, que declara una posición agregada del 4,48% del capital a través de sus fondos y ETFs, parte de ella en préstamo de valores y, en última instancia, una posición corta o bajista sobre el -0,6% de uno de sus ‘hedge funds’ que ha mantenido bajo presión en bolsa a Telefónica en los últimos meses. También está bajista el inversor norteamericano Canada Pension Plan Investment Board (CPPIB) con un -0,7% del capital.
En cuarto lugar de la mesa se encuentra Vanguard Group, que posee más del 3,16% de Telefónica a través de sus distintos fondos, Vanguard ha duplicado su posición agregada en 12 meses pese a que la cotización de la empresa española se ha mantenido estable bajo los 4 euros. En quinto lugar esta SEPI con el 3,044% y tras el Estado, Criteria Caixa y CaixaBank.