El diagnóstico del organismo es claro: faltan conductores de camiones, autobuses y tranvías; cocineros; camareros; soldadores; vendedores de tiendas y almacenes; fisioterapeutas; mecánicos y personal de limpieza. Esta es la conclusión que extrae en el Informe de Tendencias del Mercado Laboral de 2024 que se hace eco de la encuesta realizada a empresas, entidades y expertos como parte del Observatorio de las Ocupaciones en el que se apunta a que las causas de este escenario son variadas, aunque las condiciones laborales en al menos cinco de estas profesiones, tal y como refleja la siguiente tabla.
SEPE señala que la jornada, el horario, el salario, la movilidad, el tipo de contrato, la ubicación, la temporalidad, la estacionalidad y su dureza, penosidad o precariedad están detrás del rechazo de estas ofertas por parte de los eventuales candidatos e impiden que se cubran los puestos de trabajo. Así, la falta de candidatos supone un problema en sí mismo y explica el 24,52% de los puestos vacantes en las categorías señaladas. Una parte de esto se debe a la ausencia de relevo generacional, como vienen alertando las pymes de las zonas más despobladas. A finales de 2023, un 15,79% de los trabajadores del sector primario ya tenían más de 60 años.
Aunque otra parte de los desajustes entre oferta y demanda se hace notar en las competencias, los eventuales candidatos no están formados o no han realizado los estudios más demandados por las empresas -un punto en el que tiene mucho que ver el lento despliegue de la FP dual-. Según el análisis del SEPE, la falta de formación explica el 17% de los problemas -o la imposibilidad- para cubrir vacantes, otro 12% viene dado por no tener las competencias técnicas, el 14% por la ausencia de competencias personales y transversales. Mientras que otro 9,32% se debe a la falta de experiencia previa suficiente en el sector económico.
Entre ellas están las competencias digitales, los idiomas, la prevención de riesgos o la aversión a asumir puestos de responsabilidad, la ausencia de compromiso, la adaptación a los cambios, la resolución de problemas o el trabajo en equipo; según las respuestas brindadas por los encuestados. «Esta circunstancia [el desajuste entre oferta y demanda] se produce en España en menor grado que en otros países de la Unión Europea, pero el problema en España es el contraste entre una cierta cantidad de puestos sin cubrir y una elevada población en desempleo, con un porcentaje notable de demandantes de empleo de larga duración» reconoce el SEPE.
Además, resulta significativo que hace referencia a que la situación «parece más acuciante» en la Administración Pública, donde crecen las vacantes, al tiempo que se espera un importante número de jubilaciones en los próximos años al que el nuevo ministro de Función Pública, José Luis Escrivá, trata de responder con un plan de recursos humanos. De hecho, esta es la categoría profesional en la que más trabajadores por encima de los 60 años de edad había a finales del año pasado (171.452) frente a los menos de 10.000 que se dedicaban a actividades relacionadas con el alquiler o la consultoría empresarial.
El diagnóstico del servicio público de empleo se suma así a otros análisis como el elaborado por el Banco de España en el que se advierte de que el crecimiento del empleo registrado en los últimos dos años podría tocar techo precisamente por esta cuestión, lo que llevaría aparejado un estancamiento de la tasa de paro, que haría imposible cumplir con las previsiones del Gobierno antes de culminar la legislatura. Es por ello que desde el departamento de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones sí han tratado de buscar una solución junto a los empresarios, en la que la llegada de extranjeros ligada a cursos de formación se ha planteado como la mejor alternativa.