La semana pasada, el TC estimó el recurso interpuesto por PSC-Units en contra de los acuerdos de la última Mesa del Parlament que permitieron el voto telemático del exconseller Lluís Puig, que permanece en el sur de Francia, huido de la justicia española.
Para expresar su rechazo ha pedido la palabra el presidente del PP de Cataluña, Fernández, que ha reprochado a Colomines que haya aprovechado su posición para pronunciar un discurso de cerca de veinte minutos y ha anunciado que su partido presentará un recurso de amparo ante el TC para denunciar la delegación de voto de los diputados de Junts que no han asistido presencialmente al pleno.
También el diputado electo de Vox Joan Garriga ha denunciado el voto delegado de Puigdemont y Puig, porque «el TC ya ha dejado claro que no era legal», y ha exigido una reunión de la Junta de Portavoces para reconsiderar esta decisión.
En este contexto y ambiente los posconvergentes han llegado a un acuerdo con ERC y la CUP este mediodía para que el exconsejero de Puigdemont presida la cámara catalana.
Los posconvergentes han cedido ante la exigencia de Marta Rovira, la líder republicana que ha llevado a cabo las negociaciones tras la dimisión oficial de Oriol Junqueras, pues será Josep Rull el candidato a la presidencia del Parlament y no Anna Erra, la propuesta inicial de Junts que ya ha ejercido este cargo en la pasada legislatura. Así, con un nombre de consenso, ERC votará al exconsejero del Govern de Carles Puigdemont en 2017, que se hará con la presidencia también con los votos de la CUP, que también ha participado del consenso. Los comunes, por su parte, votarán a su propio candidato para la presidencia mientras se abstendrán en la votación de la Mesa, facilitando esta mayoría independentista de la misma y excluyendo, así pues, al PP, que reclamaba una secretaría en la misma. Junts, asimismo, propondrá a Glòria Freixa para un segundo cargo que obtendrán en la Mesa.