«Hay un dato que para nosotros es fundamental, que es el dato de las proyecciones que se actualizan prácticamente cada tres meses», ha recordado Guindos durante una entrevista con RTVE, añadiendo que estas previsiones, que se actualizaron en junio, cuando el BCE decidió recortar los tipos en 25 puntos básicos, volverán a revisarse en septiembre y en diciembre. «Esos son los momentos de alguna forma más significativos y más interesantes desde el punto de vista de las decisiones de política económica, porque nuestras proyecciones son un indicador muy importante a la hora de decidir cómo van a evolucionar los tipos de interés», ha apuntado.
No obstante, el vicepresidente del BCE ha advertido de que «el último kilómetro» en el proceso de desinflación y alcanzar el objetivo del 2% «va a ser complejo», por lo que es muy importante mantener una posición de cautela y el Consejo de Gobierno ha subrayado que no tiene ninguna senda predeterminada de bajada, aunque Guindos ha defendido que «la dirección a medio plazo es clara».
«Vamos a ir reduciendo lo que es el nivel de restrictividad de nuestra política monetaria», ha explicado el exministro español de Economía, aunque ha subrayado que el momento en que se llevarán a cabo los ajustes va a depender de los datos que se vayan recibiendo.
A este respecto, la proyección actual del BCE es que en los próximos meses la inflación va a estar en un entorno muy parecido al actual, cerca del 2,6%, y que el año próximo proseguirá con una desaceleración adicional para alcanzar la meta a finales de 2025.
«El nivel de incertidumbre es muy elevado, creemos que los datos próximos vamos a tener subidas y bajadas de la tasa de inflación y por lo tanto tenemos que ser muy cautelosos, muy prudentes desde el punto de vista de lo que es nuestra comunicación, sabiendo siempre que la dirección es la que indicaba yo anteriormente», ha defendido.
De tal modo, el vicepresidente del BCE ha advertido de que los «riesgos electorales» se han sumado a los de índole geopolítica y de potencial fragmentación del mercado en este contexto de elevada incertidumbre.
Después de las turbulencias registradas en el mercado francés tras el anuncio de elecciones legislativas anticipadas, de Guindos reconoce que se ha observado una ampliación de diferenciales en Europa, pero ha subrayado que la situación de liquidez sigue siendo relativamente buena «y no ha habido una situación desordenada» en cuanto a la evolución de los tipos de interés de los bonos soberanos. En cualquier caso, ha recordado que la institución dispone del TPI, un instrumento antifragmentación para abordar situaciones en los mercados que no tienen nada que ver con los fundamentos de un país.
Asimismo, de Guindos ha apuntado, más allá de la situación de un país concreto, que el año que viene entrarán en vigor nuevas reglas fiscales y en el mes de septiembre todos los países tendrán que presentar sus programas. «Creo que ahí es donde de alguna forma el partido se va a jugar, que es con las nuevas reglas, las reglas fiscales», ha afirmado, reiterando que el la herramienta TPI «siempre está disponible».