En concreto,Belarra consideraba que esta «es la peor noticia para la democracia». Entendió que «es muy evidente que el PSOE tenía otra opción» de renovación «con la mayoría emanada de las urnas» para «la democratización» de la justicia. Por ello, ha tachado la rúbrica del ministro de Justicia, Félix Bolaños, como «una rendición al PP y a su legitimación de la guerra sucia contra el Gobierno y los independentistas». Algo que han reprochado, especialmente, tras la ‘carta a la ciudadanía’ de Sánchez a finales de abril y «las acusaciones de lawfare al PP». En esa línea se posicionaba Gabriel Rufián, de ERC, que tampoco ponía en peligro su apoyo al Gobierno pero sí arremetía contra el PSOE, diferenciando entre las dificultades que, a su juicio, traería un ejecutivo de PP y Vox. «Hace apenas dos meses Sánchez se tomó cinco días». Su conclusión, dijo, fue incluir en «el fango» al PP. «Ahora lo que hace es pactar con uno de los elementos de esa guerra judicial. Nos parece un error que no refleja la pluralidad del hemiciclo. Anuncian un nuevo socio: el PP. Y avanzan hacia una gran coalición», consideró igual que Podemos el republicano. «No nos han consultado nada, y me parece malo teniendo en cuenta la guerra judicial del país», concluyó, resaltando «la pulsión» de acuerdos que tiene Sánchez con el PP.
EH Bildu, por su parte, trasladó que «el CGPJ supone la máxima expresión de la justicia española y de su evidente sesgo político y antidemocrático desde hace décadas. Su renovación, pactada exclusivamente con el PP, no arreglará ese carácter y no resolverá el problema de fondo». «El reparto de puestos con el PP puede perpetuar la politización de la justicia y existe el riesgo de que en el futuro se vuelvan a producir situaciones de bloqueo por parte de la derecha. Se trata de un acuerdo con el PP que hoy ni siquiera oculta la utilización de la justicia para sus intereses y fines políticos», valoró la fuerza abertzale.
Al tiempo, Abascal, que ya había hecho boca en redes sociales lamentando que el PP ceda la justicia a quien, dice, pretende controlarla. Abascal apunta a una consumación de «la traición del PP y la estafa a sus electores». Porque, como dijo el líder de Vox, «según González Pons el acuerdo llega después de dos años de negociaciones ininterrumpidas». «Es decir, cuando el PP sacaba a la calle a la gente contra el golpe de Sánchez, seguía negociando el reparto de los jueces con este Gobierno. Es una estafa y demuestran que son lo mismo. Nos van a tener enfrente»,