Según un comunicado la multinacional de bebidas, la empresa tuvo una facturación operativa neta de 12.363 millones de dólares entre abril y junio, un 3 % más respecto al mismo tramo de 2023, impulsado por los aumentos de precio de su oferta y sus acciones promocionales, y mayores ventas de concentrados para fabricar bebidas.
Coca-Cola ha apuntado hacia la «inflación intensa» que ha afectado a sus productos en Europa, Oriente Medio y África (24 %), seguidos por Latinoamérica (19 %), donde apuntó concretamente a Argentina. El volumen de venta unitario de Coca-Cola, que excluye el impacto de la inflación y se centra en la demanda, ha aumentado un mero 2 %, con la mejor marcha en los mercados emergentes, como India, Brasil y Filipinas.
En este trimestre, la empresa ha anotado cargos por valor de 1.337 millones por la venta de la marca de leche Fairlife, que pesaron sobre el beneficio, pero también obtuvo provisiones positivas derivadas de su restructuración de franquicias e inversores en varios territorios. En el semestre, Coca-Cola acumula unos beneficios de 5.588 millones (1 % menos interanual) y una facturación operativa neta de 23.663 millones (3 % más).