Si esta misma premisa la aplicamos al sanchismo no solo salta por los aires, sino que desaparece de la faz de la tierra, porque nada de lo que dice o hace nuestro conocido personaje desde su guarida de La Moncloa es normalmente ilógico.
En ese contexto, todo el diseño de la toma de posesión de Illa responde a ese modo de entender la política, tan peculiar y que tan buenos resultados le ha proporcionado al sanchismo.
Sin embargo, toda la operación choca, curiosamente, con un comportamiento lógico y lineal como el de Puigdemont, que desde que empezó esta historieta no se ha apeado de una estrategia perfectamente presumible y predecible. De ahí, que, por ejemplo , prácticamente nadie dude de que efectivamente se presentara físicamente a la investidura, ya que en su opinión la toma de posesión de Illa no debe producirse, puesto que los votos independentistas pueden ser suficientes para que uno de ellos, el mas votado sea nombrado honorable e impida que las fuerzas centralistas se ocupen de los catalanes que son patrimonio exclusivo del independentismo.
Por lo tanto, en los próximos días el fugado y cobarde ex honorable aparecerá en el Parlamento catalán para tratar de evitar que un vasallo de Madrid ocupe el primer lugar del “estado catalán”. Y es que ese acontecimiento, no solo tiene consecuencias políticas, sino también económicas. El independentismo, a lo largo de todos estos años ha hecho y desecho a sus anchas sin dar explicaciones a nadie con una política educativa y lingüista peculiar e incluso ofensiva contra los no parlantes de la lengua de Josep Pla. Y no digamos nada de los cientos de millones gastados en estrategia en el exterior defendiendo contra viento y marea la necesidad de un estado independiente para Cataluña, con embajadas a go go y estructura abundante de personal al servicio del independentismo.
Todo eso puede entrar en una fase fría y entrar en un proceso progresivo de reducción de recursos,
Como es lógico, Puigdemont y compañía trataran de impedir esa nueva forma de entender la política de, en y para Cataluña.