Interior dio este martes respuesta al requerimiento de información por parte del juez Llarena, sobre el dispositivo que debía detener al expresidente de Cataluña el día de la investidura como presidente de la Generalitat del candidato socialista de Salvador Illa.
El Ministerio mantiene que puso a disposición de la policía autonómica catalana «cualquier apoyo operativo por parte de Policía Nacional y de Guardia Civil que precisase», aunque los Mossos no lo requirieron más allá de los apoyos «habituales prestados a través de la mesa de coordinación operativa y de intercambio de información e inteligencia”.
En su relato de los hechos, el comunicado de Interior explica que una vez conocida la fuga del expresidente tras pronunciar un discurso en el Arco del Triunfo de Barcelona, el Ministerio «impartió instrucciones al jefe superior de Policía y al general jefe de Zona de la Guardia Civil, a través del delegado del Gobierno de Cataluña», para que «se activasen los recursos operativos y de inteligencia extraordinarios de ambos cuerpos” para localizar y detener a Puigdemont.
Estas directrices motivaron un «refuerzo de la vigilancia de puertos y aeropuertos de la Comunidad de Cataluña», y se dispusieron dispositivos operativos en ciertas vías públicas, en especial aquellas que conducen o están próximas a la frontera con Francia» que actuaron hasta las 24 horas del sábado. No obstante, el comunicado aclara que «las vías de alta capacidad quedaron bajo la responsabilidad de los Mossos d’Esquadra».
Además de dar respuesta a Llarena, el comunicado afirma que la detención de Puigdemont “ha sido, es y será, hasta su cumplimiento, un objetivo operativo para todas las unidades y servicios policiales del Ministerio del Interior”, aunque descarta controles excepcionales de fronteras interiores Schengen, como los que se activaron en otras ocasiones con motivo de la cumbre de la OTAN en 2022.