Pocas horas después de que Bruselas anunciase sus nuevos aranceles a las baterías de los vehículos eléctricos procedentes de China, el Ejecutivo chino ha anunciado una investigación a las importaciones de productos lácteos de la UE.
Concretamente, el ministerio de Comercio de China ha anunciado este miércoles una investigación por los subsidios que se conceden a algunos productos lácteos de origen comunitario. El procedimiento se centrará en artículos importados al mercado asiático entre abril de 2023 y marzo de 2024 y los daños que han causado al sector lácteo chino en 2020 y 2024.
El procedimiento parte de una denuncia presentada por la Asociación de Industria Láctea de China que acusa a los productos de origen europeo de estar dotados de hasta una veintena de partidas de subsidios, entre las recibidas por la UE y por los Gobiernos de los Estados miembro. El ministerio de Comercio de Pekín pone por ejemplo las ayudas a la conservación ecológica, las subvenciones para jóvenes agricultores, para el desarrollo rural o para almacenamiento de productos lácteos.
La investigación, para la que el Ejecutivo chino considera que existen evidencias suficientes, se centrará en derivados lácteos como queso fresco, cuajada o nata y las subvenciones que Irlanda, Bélgica, Italia, Croacia, Finlandia, Rumanía o República Checa han concedido a esta industria. La actuación de Pekín llega tan solo un día después de que Bruselas haya actualizado su propuesta arancelaria a las baterías de los vehículos eléctricos importados de China, que aplica desde el pasado 5 de julio. Plantea en su revisión rebajar la tasa máxima que se aplica a las empresas que no han colaborado con la investigación de la Comisión Europea al 36,2%. Eleva, por otra parte, al 21,3% la que se aplicaría a las firmas que sí han colaborado con el Ejecutivo comunitario. Como novedad, las importaciones de Tesla desde el mercado asiático estarán sujetas a una tarifa adicional del 9%, considerando que todas estas cifras se sumarían al arancel del 10% que la UE ya aplica a estos productos.
La Cámara de Comercio de la Unión Europea en China expresó este miércoles que espera que la investigación anunciada por Pekín sea «justa y transparente» y lamentó que los «instrumentos de defensa comercial» estén siendo respondidos «con la misma moneda por el Gobierno receptor».
Como se recuerda, el Ejecutivo chino ya inició otra investigación antidumping a las importaciones de brandy, que considera que la UE vende en su mercado a precios rebajados artificialmente. El otro objetivo de investigación ha sido la carne de cerdo. El motivo es el mismo: China considera que la UE vende sus productos a precios por debajo de mercado gracias a las ayudas de las que se dota a esta industria. La carne porcina toca de lleno la sensibilidad de países productores como España, país para el que China representa su principal mercado exportador.
Sin haber llegado aún a sanciones o gravámenes, el tira y afloja entre la UE y China, a quien Bruselas considera un «rival sistémico», se ha traducido en investigaciones antidumping. Es así que Bruselas ha abierto varios procedimientos a Pekín en el sector de paneles solares, de turbinas eólicas o de productos sanitarios por los subsidios por los que dota a sus empresas y por incurrir en prácticas de competencia desleal, utilizando estas ayudas para vender a precios por debajo de mercado. Las negociaciones continúan entre los responsables de ambas potencias con la intención de dar con una solución que no lleve al empeoramiento de las relaciones comerciales.