La vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez ha explicado que este gesto se ha realizado «en aras de la tranquilidad y paz política».
El dirigente opositor había pasado «varios días» refugiado en la Embajada de España en Caracas, buscando protección mientras solicitaba asilo político al gobierno español, el cual le ha sido concedido. Según se ha sabido, esta petición se llevaba gestando desde hacía varias semanas con la intermediación del desaparecido Rodríguez Zapatero. El ministro de Asuntos Exteriores español, Albares, ha indicado este domingo que ha hablado con González estando este en el avión. «Le he trasladado nuestra alegría de que se encuentre bien, de que se encuentre rumbo a España, y le he vuelto a reiterar el compromiso del Gobierno con los derechos políticos, la libertad de expresión y manifestación, y la integridad física de todos los venezolanos».
En redes sociales, Rodríguez ha detallado que los gobiernos de Venezuela y España mantuvieron «contactos pertinentes» para gestionar la situación, y en cumplimiento con la legalidad internacional, se le permitió a González Urrutia salir de la sede diplomática española y viajar hacia Europa. La vicepresidenta afirmó que este acto demuestra el compromiso de Venezuela con el respeto al derecho internacional y aseguró que en las próximas horas se dará a conocer más información sobre el asunto.
Hasta el momento, la PUD no ha emitido una declaración oficial sobre la salida de González Urrutia del país. El éxodo del candidato opositor podría tener implicaciones significativas en la ya tensa situación política en Venezuela, donde las acusaciones de fraude electoral y la presión internacional continúan escalando.
Antes de que el avión aterrizase, González Pons, ha aportado su opinión sobre la llegada del opositor venezolano a España como exiliado. Según González Pons, «no es hacerle un favor a la democracia, sino quitarle un problema a la dictadura» de Nicolás Maduro. El dirigente popular comienza su mensaje con una crítica al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero: «Sánchez y los oficios corruptos de ZP deberían ser parcos en autoalabanzas».
A continuación, expone que «sacar» a González Urrutia «sin reconocerlo presidente legítimo no es hacerle un favor a la democracia, sino quitarle un problema a la dictadura» y ha añadido a renglón seguido: «Lo mismo haría Cuba si se le pide».
González Pons concluye contrastando que la líder opositora venezolana María Corina Machado, quien fue inhabilitada para las elecciones presidenciales, «siempre se queda».