Cerca de 300 fallecidos y más de mil heridos es el saldo provisional de los bombardeos israelíes lanzados este lunes contra el sur del Líbano, un balance de víctimas sin precedentes en ataques de este tipo desde que comenzaran las hostilidades entre el Estado judío y el grupo chií Hizbulá. El ministro de Salud Pública del Líbano, Firas Abiad, informó en rueda de prensa de que los ataques aéreos que se suceden desde esta mañana en las regiones meridional y oriental del país dejan ya 274 fallecidos y 1.024 heridos, y explicó que algunos de ellos alcanzaron ambulancias y centros médicos.
En concreto, dos trabajadores sanitarios murieron y otros 16 resultaron heridos por los bombardeos mientras participaban en las operaciones para trasladar a las víctimas a diferentes hospitales.
El Ejército israelí ha pedido este lunes a los residentes del Valle de la Bekaa, en el este de Líbano, evacuar en dos horas las zonas cercanas a edificios utilizados por el grupo chií Hizbulá, antes de lanzar nuevos ataques en la zona.
Y es que el portavoz del Ejército, Daniel Hagari, dijo en una rueda de prensa que Israel se prepara «para atacar objetivos terroristas en el Valle de la Bekaa en un futuro cercano» El portavoz castrense en árabe, Avichay Adraee, dio dos horas a los residentes para abandonar las proximidades de estos edificios y les recomendó alejarse a más de 1.000 metros de ellos o refugiarse en escuelas cercanas.
«Lo que se ve ahora en el sur del Líbano son las armas de Hizbulá explotando dentro de las casas. En cada casa que atacamos hoy había cohetes, drones y misiles, que estaban destinados a matar civiles israelíes», advirtió Hagari, quien a primera hora de este lunes ya había ordenado evacuaciones de residentes de otros puntos del sur y este del país vecino.
Israel lanzó hoy una de las campañas más intensas de bombardeos aéreos contra Líbano, destruyendo unos 300 objetivos de Hizbulá, según el Ejército, y matando a un centenar de personas e hiriendo a otras 400, según el Ministerio de Sanidad libanés.