La criticada sanidad madrileña sigue dando muestras de ser la más robusta de España. Así lo confirman los datos del informe del Sistema de Información sobre Listas de Espera del Sistema Nacional de Salud (SNS) correspondiente al primer semestre de 2024, que ha hecho público el Ministerio de Sanidad.
En él se muestra que, hasta el 30 de junio de este año, un total de 848.340 personas permanecían en lista de espera para operaciones no urgentes, lo que representa un incremento del 3.4% (28.300 personas) en relación con el mismo periodo del año anterior.
El tiempo promedio de espera para una intervención quirúrgica se situó en 121 días, lo que supone un aumento de 9 días en comparación con junio de 2023. Además, el porcentaje de pacientes que deben esperar más de seis meses ha crecido 3 puntos porcentuales, alcanzando el 20,5%.
Sin embargo, en la Comunidad de Madrid, donde hay cerca de 70.300 personas esperando una operación, el tiempo de espera es de menos de 50 días (47) y el porcentaje de pacientes que esperan más de 6 meses es el menor de España (0,2%). A la cabeza del tiempo de espera se sitúan comunidades como Andalucía (169 días), Extremadura (164), Aragón, Cantabria (ambas con 139), Cataluña (137) o Canarias (127).
En el otro extremo, entre las regiones en las que menos demora hay –aunque ninguna está por debajo de los 50 días de espera– se sitúan País Vasco (61), La Rioja (64) o Galicia (71), aparte de Madrid.
En las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, gestionadas por el Ministerio de Sanidad a través del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), las cifras son muy elevadas para el número de pacientes que esperan una operación (933 en Melilla y 918 en Ceuta).
Según el informe, estas personas aguardan entre 84 y 118 días para una intervención quirúrgica no urgente. En Melilla, casi un 20% de ellos tienen que esperar más de 6 meses.
En cuanto a los tiempos de espera, varían considerablemente entre distintas especialidades quirúrgicas. Cirugía cardíaca (63 días), dermatología (65 días) y oftalmología (84 días) presentan los menores tiempos de espera, mientras que cirugía plástica (236 días), neurocirugía (189 días) y angiología y cirugía vascular (148 días) reportan las demoras más largas.
En cuanto a los cinco procedimientos quirúrgicos sujetos a garantía de tiempo en el SNS (180 días), en ningún caso se supera el tiempo garantizado. Así, la prótesis de rodilla tiene un tiempo medio de espera de 136 días, el bypass coronario, de 43 días, la cirugía cardiaca valvular, de 50 días y la histerectomía de 105 días.
Las prótesis de cadera (110 días) y de rodilla (136 días) son los procedimientos con mayores demoras, con un 15% y un 23% de pacientes, respectivamente, que superan el tiempo máximo de espera garantizado.
Los hospitales de la red del SNS realizan anualmente más de 3,5 millones de intervenciones quirúrgicas, según los datos de Sanidad.
Por otro lado, la lista de espera para una primera consulta con un especialista también ha aumentado. A 30 de junio de 2024, 84 de cada 1.000 personas estaban en espera, con un tiempo medio de 94 días. El 55% de los pacientes tenía una cita asignada para más de 60 días.
En Madrid, sin embargo, el tiempo medio de espera es de 60 días, un mes menos que la media nacional.
Además, la región es en la que menos días tienen que esperar los pacientes para ser atendidos por un especialista de cualquiera de las especialidades que se incluyen en los registros (Ginecología, Oftalmología, Traumatología, Dermatología, ORL , Neurología, Aparato Digestivo, Urología y Cardiología). Sin embargo, el porcentaje de los que aguardan más de dos meses es superior a la media nacional (73%). Respecto a otras autonomías, la ciudad autónoma de Melilla es donde menos días se tarda en conseguir una primera cita con un especialista (25), seguida de País Vasco y Madrid (60).
Por el contrario, donde más retraso hay es en Canarias (147), Andalucía (135) y Navarra (126).
Por último, el Ministerio de Sanidad recuerda en su informe que «se ha aprobado la creación de un Grupo de Trabajo de Listas de Espera para unificar criterios y procedimientos en todo el SNS» y que, actualmente, «está elaborando un plan de trabajo» para presentarlo ante dicho grupo. Pero la realidad es que, además de que no se conocen los expertos que integran dicho grupo, este no se ha reunido ni una sola vez desde que se creara en abril, ni se ha hecho pública ninguna de sus decisiones.
Se trata de un «modus operandi» habitual del departamento que dirige Mónica García, el de anunciar la creación de grupos paralelos de expertos para «estudiar» problemas claves de la sanidad pública con el objetivo de que ofrezcan datos que les dejen mejor parados.
En el caso de las vergonzosas listas de espera, que no han dejado de crecer desde que Sanchez llegó al poder a mediados de 2018, la ministra declaró en su día que el objetivo de su departamento, además de disminuirlas, era «hacer un buen diagnóstico para saber cuánto espera el paciente, qué espera y qué prioridades debe de tener». También echó la culpa de las cifras récord a una «legislación obsoleta desde 2003, que es la que regula la transparencia y homologación de las listas de espera». Cabe recordar que el informe de listas de espera que hace público cada 6 meses Sanidad se configura con los datos que comparten las comunidades autónomas, y que el propio ministerio avala.