El Gobierno de la primera ministra Giorgia Meloni fletó esta semana un buque militar con 16 solicitantes de asilo que debían esperar en Albania la resolución de sus respectivos casos. Sin embargo, poco después de pisar tierra, se ordenó la vuelta de dos posibles menores y de otros tantos declarados vulnerables a su llegada.
Ahora, los 12 restantes que permanecían en Albania tendrán que regresar tras el fallo del Tribunal de la capital romana. «Los dos países de los que proceden los migrantes, Bangladesh y Egipto, no son seguros», reza la sentencia, en la que se alude a un fallo previo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
En este sentido, la corte ha determinado que los inmigrantes –al menos cuatro, según el fallo– no pueden quedarse detenidos y que sólo en Italia está garantizada la libertad a la que tienen derecho. Esta decisión supone un duro varapalo para el plan de Meloni y arroja serías dudas sobre su efectividad.