Según Reuters, algunas voces postulan dejar las tasas por debajo del conocido como tipo neutral, dada la acuciante debilidad económica y la necesidad de reanimar la actividad. Y es que la posible caída de la economía europea esta haciendo reflexionar sobre ese tipo neutral.
El concepto tipo de interés neutral (TIN), natural o de equilibrio fue acuñado por primera vez por el economista sueco Knut Wicksell. En un sentido más técnico, este tipo es coherente con un mercado laboral, de bienes y de capital que se encuentra en equilibrio. Dicho tipo no depende de las decisiones de los bancos centrales (aunque sí es un guía fundamental para la toma de sus decisiones) sino de factores tales como la productividad, el crecimiento de la población, la automatización de los procesos productivos, la globalización o las preferencias/propensión de los agentes por el consumo y el ahorro, que a su vez pueden depender de otros muchos factores.
El tipo neutral es el precio que debe tener el dinero en la economía según las matemáticas, es decir, según los modelos econométricos que lo calculan. En principio, una región con un crecimiento de la población fuerte, mayoritariamente joven, con una mayor preferencia por el consumo e inversión y una productividad robusta, presentará un tipo de interés real neutral elevado para que la economía mantenga en equilibrio y no se produzcan burbujas en los precios de los activos, inflación o cualquier otro desequilibrio. Este puede ser el caso de economías como la India, por ejemplo. En el otro lado están las economías avanzadas, donde el tipo de interés neutral real podría estar cerca del 0%, según los propios cálculos del BCE.
Las economías avanzadas y, sobre todo, la Eurozona presentan unos factores opuestos a los descritos anteriormente (que definirían la ‘japonización’), que reflejarían un tipo de interés neutral bajo. Antes del covid se creía que el tipo neutral estaba entre el cero y el 0,5%, durante la pandemia cayó incluso a territorio negativo en la Eurozona y, quizá, también en EEUU. Tras la pandemia se estima que el tipo neutral pudo subir levemente, pero los últimos comentarios de expertos y del propio BCE vuelven a situar a este indicador muy cerca del 0%.
La explicación técnica es la siguiente. Si el tipo de interés neutral está en el 0% para lograr un que ahorro e inversión estén en un equilibrio consistente con el pleno empleo y la estabilidad de precios y la inflación se mantiene cerca del 2%, el BCE tendrá que mantener la tasa de depósito en ese 2%. Una tasa de depósito por debajo del 2% será una política monetaria expansiva (impulsa un mayor crecimiento y demanda), mientras que cualquier tipo por encima del 2% será contractivo. Todo siempre y cuando la inflación se mantengan en el 2%. Ahora mismo, la tasa de depósito se encuentra en el 3,25% tras la última rebaja del banco central.
Las fuentes consultadas por Reuters, que han hablado bajo la condición de anonimato, aclaran que todavía falta mucho para llegar un consenso entre los funcionarios sobre este punto, pero el propio debate marca un cambio significativo en la formulación de las políticas del banco central. Estas personas relacionadas con el organismo revelan también que, por el momento, es un grupo aún pequeño -aunque creciente- dentro del Consejo el que argumenta que el BCE se ha quedado atrás y que serán necesarios recortes de tipos más profundos de lo que se pensaba anteriormente para evitar que la inflación baje demasiado. Este incipiente grupúsculo también está abogando por que el eurobanco revise su orientación de «reunión a reunión» y abandone la referencia al nivel restrictivo de los tipos como señal de que está tomando en serio los riesgos a la baja.
Antes de que trascendiera esta información de Reuters, algunos analistas habían vaticinado ya que el BCE tendrá que dejar los tipos por debajo de lo esperado al final de este ciclo, barajando la opción de que esa ‘línea de meta’ esté por debajo del tipo neutral.