Su proyecto, al que se han sumado hace poco como inversores los hermanos Gasol, tiene la misión de retirar la mayor cantidad de plástico de mares y océanos y transformarlo en productos de valor, buscando inspirar un cambio global en la forma que la sociedad tiene de relacionarse con los plásticos y el medio ambiente.
Natural de Pamplona y graduada en ADE internacional en Madrid, Amaia decidió emprender con tan solo 27 años, con la misión de recoger toneladas de plásticos y darles una segunda vida. La idea surgió cuando terminando sus estudios en Hangzhou (China), hizo un viaje por el Sudeste Asiático y se encontró con islas vírgenes repletas de residuos que el mar arrastraba hasta la costa. “En 2019 decidí enfocarme en el problema y junto a mi hermano Julen, lancé este proyecto”, apunta Rodríguez. “Desde mediados de 2021 tenemos nuestro propio sistema de pescadores en España, que hemos conseguido a través de acuerdos con cofradías y puertos. Ahora mismo contamos con más de 7.000 en cuatro países mediterráneos y cada mes sumamos más toneladas recogidas”.
El territorio de actuación de Gravity Wave es principalmente el mediterráneo, el mar más contaminado del planeta en proporción a su tamaño, y operan en territorios como España, Egipto, Grecia e Italia. “Se desechan más de 12 millones de toneladas de plástico al año en nuestros mares y océanos, lo equivalente a un camión de basura por minuto. Desde Gravity Wave buscamos darle una segunda vida a esta basura”, apunta la emprendedora. Su idea es “ir expandiendo esta solución y replicar el modelo en todos los países a los que podamos llegar: recogida, reciclaje y transformación de productos”.
En un primer momento transformaban esta basura en fundas de móviles, pero al tratarse de un producto pequeño, 30 gramos por cada funda, los residuos acumulados a los que había que darle salida eran muchos. Así surgió la idea de crear muebles, para los que emplean entre 30kg y 60kg de redes de pesca, un residuo que abunda especialmente en los procesos de limpieza. “Vemos valor en esta basura donde otros no. Colocamos contenedores en cada puerto y cuando están llenos, un camión recolector los traslada a la planta. Allí seleccionamos por tipo de residuo y les damos una segunda vida. Actualmente diseñamos mobiliario urbano, muebles de interior, maceteros, mesas, estanterías, revestimiento para tiendas… Es importante concienciar a las personas sobre la cantidad de productos que se desechan a diario, mostrar que todo puede tener una segunda vida”, apunta orgullosa.
Amaia es finalista en la categoría ‘Scale Up’, galardón dirigido a todas aquellas emprendedoras y directivas de startups en fase de crecimiento, que hayan demostrado su escalabilidad y estén transformando su sector. “Como mujer joven emprendedora en España me parece imprescindible que existan este tipo de premios. Las niñas necesitan referentes de mujeres valientes que deciden apostar por sus proyectos y los Women Startup Awards es una plataforma increíble para ello”, afirma Rodríguez.
Las 18 finalistas, escogidas en base a diferentes criterios han sido elegidas por un jurado formado por profesionales del mundo del emprendimiento, marketing e innovación empresarial como Carmen Cuesta, responsable de promoción ENISA, Fernando Garrido, director de EOI, Blanca Drake, directora de Marketing de Innovación en Telefónica, Carla Cabedo, communication & policy director en Glovo, Esther Molina, periodista y cofundadora de WILDCom y Female, Glenn Cauwenbergs, senior project innovation specialist ONU y Carlos Mateo, presidente de la Asociación Española de Startups.
En la gala, que tendrá lugar el próximo 18 se darán a conocer las ganadoras de la III edición en cada una de las seis categorías