El FRA canaliza financiación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España dentro del programa Next Generation EU para impulsar inversiones medioambientales y sociales en las Comunidades Autónomas. El FRA está liderado por el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa y cuenta con la participación de las Comunidades y Ciudades Autónomas y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para la selección de proyectos, y con el BEI como socio estratégico para su gestión.
El proyecto financiado contribuirá a seguir reforzando la resiliencia de la red de distribución eléctrica como eje fundamental para la conexión a los nuevos usos de electrificación como la bomba de calor o la movilidad eléctrica y la integración de más fuentes de energías renovables a la red. Con ello se acelerará la transición energética y sus impactos positivos en la seguridad y autonomía energéticas, la eficiencia y la descarbonización del sector eléctrico español.
El proyecto ya cuenta con una financiación aprobada con fondos propios del BEI de 700 millones de euros. A esta financiación se suman ahora 500 millones de euros adicionales canalizados por el BEI provenientes del Plan de Recuperación español a través del Fondo de Resiliencia Autonómica. Se trata de la primera operación con una entidad privada financiada con cargo al FRA, a través del instrumento directo de financiación puesto en marcha por el BEI en junio de 2024, para cofinanciar operaciones en sectores como las energías renovables, el transporte limpio o las infraestructuras sostenibles.
El proyecto también impulsará la industrialización y el crecimiento económico y del empleo en España, manteniendo 10.000 puestos de trabajo anuales en 12 comunidades autónomas durante todo el periodo de implementación.
El acuerdo de financiación pone de relieve el compromiso del BEI y el Ministerio de Economía de España con la cohesión económica, social y territorial, puesto que más del 65% del total de la inversión asociada se destinará a regiones cuya renta per cápita se sitúa por debajo del promedio de la Unión Europea.