Y como había sido eso un circunloquio inútil en los últimos minutos ha llegado, ¡ pásmese usted querido lector¡ , el gran anuncio que el Ejecutivo creará una «gran empresa pública» capaz de construir y gestionar la vivienda desde la Administración General del Estado.
La copia del viejo Instituto de la Vivienda inventado por Franco y del que quedan por la geografía española innumerables viviendas construidas para uso y disfrute de muchas familias españolas. Cosa que dudo mucho vaya a suceder con este proyecto que, dentro de unos meses no será mas que un viejo titular periodístico y si no al tiempo.
Y es que cuando el telón caiga y los compromisarios vuelvan a sus ciudades los frentes del sanchismo serán los mismos. Primero el de un partido dividido, con miedo a un futuro que se les ocurre complejo y complicado en cada una de las federaciones con congresos para renovar ejecutivas locales que pueden ser de infarto para muchos.
Después y mucho mas peligroso para la cúpula del partido de lo que ellos se piensan el judicial, en el que ahora ha todos los implicados en procedimientos se puede sumar la famosa Sánchez Acera, que, incluso podía arrastrar al mismísimo López, el fontanero número uno y ahora ministro que dejaría al aire las vergüenzas de Sánchez, como si el líder no tuviese suficiente con su familia
Y todo ello sin olvidarnos del frente político con unos presupuestos que son la clave de una parte de su futuro político, puesto que de ellos depende el fin abrupto o no de la Legislatura y los socios de los que depende el tándem Montero/Sánchez, son muy suyos y pueden pedir el oro y el moro o incluso dejar al líder socialitas con la brocha, pero sin escalera
Así que este mismo lunes con las luces ya apagadas y, con el comienzo de la semana, volverán los viejos problemas del sanchismo: división latente, causas judiciales y debilidad parlamentaria.