Es uno de los resultados de la III Encuesta Funcas de Navidad (2024), realizada a una muestra de 1.500 españoles de 18 a 75 años, que también señala que un 50% percibe 2024 como un año regular en lo económico y un 30% cree que ha sido un mal año. Las cifras confirman que la sensación de malestar económico desde la crisis asociada a la pandemia se ha despejado solo parcialmente en la opinión pública.
La valoración media de las mujeres es menos positiva: el 17% de ellas cree que 2024 ha sido un buen año en términos económicos, algo que piensa el 23% de los hombres. Por edades, son los jóvenes de 18 a 24 años quienes juzgan 2024 de forma más severa: solo el 7% afirma que ha sido un buen año. La valoración positiva aumenta con la edad, pero ni siquiera llega a ser mayoritaria en los mayores de 64 (33%). Las diferencias de opinión por edades reflejan quizá lo ocurrido en los últimos lustros, en los que los ingresos de las personas mayores han crecido más que los de los jóvenes, además, en el contexto de un debate público que presenta el futuro laboral y personal de las nuevas generaciones como especialmente incierto.
Sin embargo, el juicio es más positivo cuando los encuestados evalúan cómo ha sido 2024 para ellos y sus hogares. La mayoría (53%) lo ve como regular, pero quienes lo consideran bueno (37%) son bastantes más que quienes lo perciben como malo (10%), al contrario de lo que sucede respecto a la situación del país.
De cara a 2025, los sentimientos sobre la economía española son solo algo más positivos. El 25% cree que será un buen año para España en el terreno económico, pero casi el mismo porcentaje (27%) opina lo contrario. La mayoría (49%) anticipa un año “regular”. También en este aspecto son menos optimistas las mujeres: un 21% cree que 2025 será un buen año, frente al 28% de los hombres. De nuevo, los jóvenes de 18 a 24 años destacan por su escaso optimismo: apenas un 13% cree que 2025 será un buen año económicamente hablando.
También se observan diferencias notables según la ideología de los entrevistados. Mientras que las personas a la izquierda valoran positivamente la situación económica de 2024 y su futuro inmediato, las personas a la derecha manifiestan una opinión negativa. Es interesante resaltar que en las posiciones centrales también son más frecuentes las opiniones negativas sobre 2024 que las positivas (el 9% lo consideran un año bueno y el 36% un año malo), al igual que sucede con sus perspectivas para 2025 (el 14% cree que será un año bueno y el 34% un año malo).
Al margen de las percepciones sobre la situación económica, la encuesta revela que una parte significativa de la población no muestra mucho entusiasmo ante estas Navidades: a más de la mitad (56%) les genera poca o ninguna ilusión, una cifra más alta que la registrada en la encuesta de 2023 (47%) y aún más que la de 2022 (43%).
Sin diferencias significativas por sexo, las variaciones en el entusiasmo navideño son evidentes según la edad. Al contrario de lo que sucede respecto a las opiniones sobre la situación económica, son los jóvenes los que manifiestan una actitud más positiva respecto a las fiestas navideñas. El 61% de los mayores de 64 años manifiesta poca o ninguna ilusión por esas celebraciones, porcentaje que baja al 41% en el segmento de 18 a 24 años y al 42% en el de 25 a 34.
En este contexto de limitado entusiasmo y relativa preocupación económica, los deseos para 2025 (recogidos en una pregunta abierta con una única respuesta posible) tienden a centrarse en lo individual (o próximo) y lo tangible. Entre las palabras más elegidas por los encuestados destaca claramente la salud (mencionada por un 31%), la tranquilidad (4%), el trabajo (3%) y el dinero (2%), quedando en un segundo plano metas colectivas o relacionadas con el entorno social, como la paz (18%) y la prosperidad (3%).