Por primera vez, el grupo italiano de participación estatal habrá rescatado toda la inversión de 36.400 millones que realizó en la compañía ibérica entre 2007 y 2008 para hacerse con su control accionarial. Solo con el cobro de dividendos (33.400 millones de euros en casi 18 años) y la venta de acciones que realizó hace una década a través de una OPV (3.300 millones), Enel ya ha ingresado 36.700 millones brutos de su participada por ambos conceptos, logrando darle una segunda vuelta al retorno en ella hasta una rentabilidad bruta acumulada del 143%.
A esa cifra todavía hay que sumar el valor de las acciones que todavía posee de Endesa, que ascendía a 15.443 millones al cierre de la sesión del martes. En total, la empresa italiana sumaría hoy virtualmente más de 52.000 millones de euros en caso de vender ese 70,1% de la propiedad que aún tiene en cartera la multinacional transalpina.
Enel se hizo con Endesa en tres fases. Durante algunos meses tuvo un 25% del capital, posteriormente elevó su participación hasta el 67% y finalmente alcanzó el 92% de la energética española. En 2014, Enel impulsó una venta de acciones que rebajó al 70,1% su participación, año en el que además recibió dividendos récord desde su actual filial.
La eléctrica que dirige José Bogas rebajó en 2023 el ritmo de reparto de dividendos a sus accionistas respecto a los ejercicios anteriores. Endesa explicó en noviembre que garantizará un dividendo mínimo de un euro por acción hasta 2027, con un 70% de ‘pay out’ (porcentaje de ganancias destinadas al dividendo), aunque también señaló que elevaría casi un 10% la remuneración prevista para 2024, hasta 1,2 euros por título.
Como parte de su plan estratégico hasta 2027, el grupo energético dijo que espera alcanzar un Ebitda (resultado antes de impuestos, intereses y otras partidas) de unos 5.900 millones de euros anuales, con un beneficio neto de 2.200 millones y una deuda neta de 10.000 a 11.000 millones. Con esa hoja de ruta, Endesa se mantendrá como una de las empresas del Ibex 35 que mejor remunera a sus accionistas, consolidándose como uno de los diez dividendos más grandes por encima de los 1.000 millones de euros anuales. Enel se embolsa 7 de cada 10 euros de esos pagos.